viernes, septiembre 22, 2006

ISABEL ALLENDE

"Escucha, Paula, voy a contarte una historia para que cuando despiertes no estés tan perdida..."

Así comienza la historia... pero Paula no llegó jamás a despertar. Siento chafaros el libro a todos los que no lo hayáis leído, aunque esta idea se intuye desde el principio y casi todo el mundo que se aventura a leer la novela sabe del triste final de la hija de la escritora.
Esta semana estuve en la firma que Isabel hizo en Plasencia. Parece que en mi vida están entrando de golpe los famosos... Me firmó Inés del alma mía y confieso que, a pesar de haber comenzado la lectura con entusiasmo y no llevar más de cuarenta páginas, no termino de pillarle el punto.
No es que me aburra la lectura, en absoluto, simplemente es que esperaba encontrarme con la narradora desgarrada y llena de matices de Paula que narró con un estilo insuperable su vida, su tragedia, las de sus antepasados y la historia más reciente de Chile...
Y es que a mí, por el momento, Inés del alma mía ni frío ni calor. No quiero precipitarme, tampoco he arrancado apenas con la novela. Igual en unas páginas mejora, lo que pasa es que el estilo de la Allende tampoco me resulta demasiado reconocible... (entiéndase que con esto no quiero decir nada más que lo que he dicho, lo que cada uno quiera leer entre líneas es responsabilidad suya).
En cuanto a ella, hay que decir que estuvo exquisita. Por tiranías laborales me fue imposible ir a ningún otro acto de la presentación del libro.
Seremos justos pues y esperemos a terminar la novela para dar una reseña completa, no sin dejar, no obstante, de recomendar la lectura de todo lo que de Isabel Allende caiga en vuestras manos, especialmente su obra maestra, Paula.

martes, septiembre 05, 2006

HABLAR POR HABLAR

"Madrugadas de radio en Hablar por Hablar..."

Confieso sin ningún tipo de rubor que estoy enganchado a este programa. No es de ahora, comencé a escucharlo con catorce; con la radio de fondo he terminado el colegio, aprobado el bachillerato y me he licenciado.
Si tuviera que explicar, a grandes rasgos, en qué consiste el programa a alguien que no lo conociese, diría que se trata básicamente de una serie de gente que, en horario de madrugada, llama a la radio a encontrar sus problemas en espera de otros oyentes que le dan su parecer. Siento romper así la atmósfera mágica que envuelve el programa, dicho así suena poco trascendente, pero siempre fui concreto en la definición y prolijo en la descripción (la eterna lucha de mi mitad de científico y de mi mitad de artista...).
Sé que la fórmula no es nueva, ni lo fue en su momento, que, si apuramos, es muy simplón y que viene, como de costumbre a tocar la fibra sensible de la gente y a alimentar el morbo del cotilleo... y sin embargo, como suele pasar, la fórmula simple funciona, lleva funcionando años y no da, en principio, signo alguno de desgaste. En el fondo el hombre es un animal de costumbres, de pocas complicaciones y de pequeñas cosas.
Pero hay algo mágico en las noches de la SER. El programa ha construido a su alrededor (prefiero creer que de forma espontánea y no como resultado de una bien tramada operación de marketing) una especie de familia unida en la complicidad de quien comparte las horas de desvelo y los problemas comunes. ¿Por qué? Quizá simplemente porque escuchar los problemas de los demás, lejos de hacernos consolar en la desgracia ajena, más bien nos humaniza...
Hay otro tópico constante del programa, un patrón que se repite desde la primera emisión. Hablar por hablar siempre está asociado a una voz femenina. No sé por qué, ni prentendo descubrirlo... sólo sé que recuerdo susurrando al micrófono a Gemma, Fina, Mara, Paqui... ¡Bienvenida, Cristina, suertes y éxitos!
P. D.: Según me comenta la propia Cristina Lasvignes (en el fondo soy un snob y me gusta ir fardando de que alguien famoso me ha escrito) una vez hubo una voz masculina en el Hablar por Hablar. Se trata de Roberto Sánchez, el presentador de Si Amanece nos Vamos. Cierto, recuerdo un verano en el que el bueno de Roberto hizo el programa, creo recordar que era una versión reducida y luego enganchaba con el suyo... en fin, perdón por el descuido, con 25 años no se puede tener mucha memoria histórica. Alego en mi defensa, eso sí, que fue una sustitución vacacional, algo provisional y de emergencia...

viernes, septiembre 01, 2006

COPLAS URBANAS (A LA MANERA DEL MAESTRO SABINA)

"No abuses de mi inspiración, no acuses a mi corazón, tan maltrecho y ajado que está cerrado por derribo..."

Este lado maldito del lecho usado,
esta cama podrida por la mitad,
esta versión del cielo con final triste
es, desde que tú te fuiste,
mi maldita soledad.
Este mirar al lado sin encontrarte,
este extender el brazo pero no estás,
este pasar las noches de blanco en blanco
es, desde que me has dejado,
mi maldita soledad.
Esta lucha sin tregua conmigo mismo,
este batir de alas sin despegar,
este ahogarse las penas con optimismo
es, desde que te marchaste,
mi maldita soledad.

EL DÍA EN QUE PLUTÓN DEJÓ DE SER PLANETA

"Pange, lingua, gloriosi corporis mysterium..."

Canta, lengua, el misterio de aquel cuerpo glorioso que, tendido junto al mío, se despereza lento en la mañana.
El día que Plutón dejó de ser planeta, comprendí por qué nunca dejé de ser poeta:
- Porque busco la rima de tu risa en mi boca.
- Porque hasta encuentro ritmo en tus pasos errantes.
- Porque el metro lo marco al compás de tu habla.
- Porque pones acentos a la sal de mi vida.
(Dejaré de ser poeta el día que me olvide de delirar en verso).