lunes, abril 14, 2008

DUDAS ¿RAZONABLES?...

"Yo, triste; tú, triste.../¿No has de ser, entonces,/mío hasta la muerte?"
Te asaltan un millón de dudas y no hay más que silencio, silencio de bocas, silencio de ojos, que convierten en esquivos y blandos los besos que hasta ayer eran firmes y rotundos. Dudar es de humanos y no seré yo quien no te permita que lo hagas, más bien al contrario, me reafirmo en tus dudas y me acojo a las mías, teniendo en cuenta que me duelen más las unas que las otras porque soy dueño de mis vacilaciones y jamás de las tuyas.
Y he de ser yo quien te las disuelva, si me lo permites, para bien o para mal, que ya no doy un paso en falso, sabiendo, como sé, que no me queda más sino seguir jugando las cartas que llevo jugando desde que empezó esto que, si no fuera por lo serio, me atrevería a llamar juego por lo dulce, divertido e incluso pueril hasta cierto punto.
Lo peor de estas dudas es que nos hacen daño y no sé si me duele más mi dolor o el tuyo, que cuando uno piensa demasiado en plural, no se distingue el infinito del infinitivo del verbo sufrir conjugado en leve, que no son estas lides de vida ni de muerte. Aunque cuando un nosotros muere, aseguro que mueren un poquito de un tú o un yo cualquieras...
De nosotros depende salir del coma profundo o condenar a muerte cierta algo a lo que nosotros dimos vida, no me dolerán prendas refrendar tu propuesta, porque depende más de ti que de mí el asunto, en el fondo nunca somos iguales. Yo quiero luchar, pero la lucha es de dos y nada puede un puño derecho sin tener otro a su izquierda, has de ser quien ponga o quite el guante.
Dudas, dudas, dudas... no cabe ídem de que es de humanos, pero, la duda cuando no es compartida da un paso más y pasa a incertidumbre. A veces odio tener las cosas tan claras...