martes, abril 21, 2009

DE "DOS ARQUIVOS DO TRASNO" O DE CÓMO LA VIDA DA MUCHAS VUELTAS Y A FUERZA DE DARLAS TERMINA PASANDO MUCHAS VECES POR EL MISMO SITIO

"O conto é o remuiño que fan arredor dunha lámpada moitas volvoretas, todas mergulladas na mesma luz."

La historia que quiero contar empieza hace algunos meses, creo recordar que por navidades, cuando, por diversas cuestiones, comencé a buscar un ejemplar de un libro para regalar a ese una vez me robó algo más que el corazón, o me lo pidió prestado, quizá fui yo quien si lo dio sin que ni siquiera me lo pidiera... digo, que el motivo de buscar tal libro era que él, apasionado de mis pasiones en unión con sus vivencias, que no sé si fueron provocadas, a su vez, en el fondo, por las mías ya mencionadas, me pidió que, entre los libros que suelo mandarle cada cierto tiempo al otro lado del océano, le enviase algo de literatura gallega. Apurado por la premura tomé la solución de emergencia de regalarle mi ejemplar en su versión castellana de El Lápiz del Carpintero de Manolo Rivas.
Pero la decisión estaba tomada desde el mismo momento en que las palabras "literatura gallega" llegaron a mi entendimiento. Por eso es, quizá, más exacto decir que la historia que quiero contar comenzó hace unos cuantos años, unos cinco o seis, cuando yo estaba aún en la universidad. Cuando la palabra amor no me traslabada a la otra orilla del Océano Atlántico, sino a esta, mirando al norte y con acento menos ceceante y más musical. Y, apurando más mi explicación, cuando me enamoré de María Xosé Pardo (enamoramiento intelectual, por razones más que obvias), de su temario de literatura gallega y de una magnífica lectura que nos proponía en la asignatura: Dos arquivos do Trasno de Rafael Dieste.
Recuerdo como llegó a mí, fotocopiado (si alguien de la SGAE está leyendo esto, salte de párrafo), porque ya entonces debía ser difícil de encontrar, plagado de cuentos, de historias, con sus páginas pares en gallego y su correspondencia en castellano en las impares. Las paradojas comenzaron desde el mismo momento en que comencé a bucear en la biografía del autor. Resuta que el de Rianxo, había elegido como compañera de destino a una paisana, nacida en mi propio pueblo: Carmen Muñoz... de Dieste, como le gustaba firmar. Lo confirmo en la prensa local, leyendo una nota de óbito de la mencionada por si no fuese la misma Carmen Muñoz Manzano y allí me encuentro con la firma que antes refería.
No hay duda, son él y ella. Mi esquema sentimental galaicoextremeño se repite. En este mismo instante tuve la sensación de que mi vida y este libro iban a estar ligados de una u otra manera.
Hoy contemplo mi ejemplar de De los Archivos del Trasgo, lo ojeo lentamente. Ha llegado a mí tras meses de búsqueda, hoy mismo. Ayer me llegó otro, uno procedente de Bilbao, este de Alicante. Llevo desde navidades, como ya he comentado, intentando hacerme con uno o dos ejemplares y al final ha habido suerte. Uno seguirá viaje en breve, rumbo a Nicaragua; es nuevo, a estrenar, llevará tiempo apilado en algún rincón de un almacén de librería. El otro es de segunda mano; aunque esté ligeremente manoseado, apenas se nota, a no ser por la inscripción manuscrita en tinta negra que presenta en su hoja de cortesía: "Emilio 8-3-93".
Otra casualidad, el prologuista y traductor de la edición de mis ejemplares es César Antonio Molina, el que, justo hasta el día que conseguí localizar ambos volúmenes, fue Ministro de Cultura. Obviamente, juro que no tengo nada que ver con la destitución, pero sí que siento cierta lástima ese su tan fugaz ministerio...
Me gusta la idea de que mi libro haya pasado de mano en mano hasta llegar a mí, que no pienso desprenderme de él. Será una de las primeras lecturas que le dé a mis hijos, si algún día llego a tenerlos, para que sepan apreciar la buena literatura y para que sean conscientes de que hay vida más allá de su cultura y superen ciertos tabúes de esta España nuestra. El otro, simplemente se irá con el que hoy por hoy quiero que sea el padre de mis hijos, si es que algún día los tengo, si es que algún día quiere serlo, con la esperanza de que, en algún momento, ambos ejemplares duerman el sueño de los justos lomo a lomo en la misma estantería.
Hoy que mi amor no suena musical, sino ceceante, recuerdo a Rafael y a Carmen. Él murió en 1981. Ella dedicó el resto de su vida a perpetuar la memoria del de Rianxo, tan amante como el primer día. Murieron sin hijos y... lo que es la vida, oiga. Tras su muerte los sobrinos de uno y de otra se enzarzaron en una pelea tonta por las posesiones que ambos abandonaron en este mundo, felices ya de hallarse de la única forma en que dos seres pueden encontrarse más intensamente que cuerpo a cuerpo, que es espíritu a espíritu.
Hoy que mi amor apenas suena me pregunto tantas cosas... ¿Qué pasará por las calles del Vigo portuario? ¿Qué fue de la buena de María Xosé Pardo? ¿Cómo estará empezando la tarde en Nicaragua? ¿Qué se esconde tras "Emilio 8-3-1993"?

domingo, abril 19, 2009

CUESTIÓN DE TAMAÑO

"Un monte era de miembros eminente/Este que —de Neptuno hijo fiero—/De un ojo ilustra el orbe de su frente,/Émulo casi del mayor lucero;/Cíclope a quien el pino más valiente/Bastón le obedecía tan ligero,/Y al grave peso junco tan delgado,/Que un día era bastón y otro cayado."
Acabo de entrar en una tienda de "chuches", como las llaman ahora, porque yendo a compar tabaco, me entró antojo de gominolas. Cuando saco un billete de cincuenta euros para pagar el importe de dos, la dependiente me mira con sonrisa asustada y me pregunta medio tímida:
- ¿No tienes algo más pequeño?
Ironías de la vida... cómo reconforta, para variar, que no te pregunten si no tienes algo más grande.

ANUNCIO POR PALABRAS

"Thy words are like a cloud of winged snakes"
Regalo corazón, plenamente sangrante, algo lento en reflejos y ojeroso por diversas incoherencias, listo para domir en el rincón oscuro de algún oscuro pecho. Pago portes. Razón, aquí.