miércoles, septiembre 08, 2010

AY, ESTE AZUL

"Ay, este azul/que ha llegado a iniciarme en luz/con campanas de asombro tal vez/habitando lo que nunca fue."

El azul que te llevó te trae de nuevo, aunque esta vez se viste en gris por recibirte. Me sale el sol y se esconde entre nubes a cada rato. Parece que el Dios Otoño, con su traje color tierra y humedad en las articulaciones, está ganando la batalla al adolescente Dios Verano de cabello rubio y pecho descubierto.

El azul ya es mínimo y espero a tu voz sentado en un potro de tortura que amenazo con montar de por vida. El azul ya es casi gris, pero no gris de nube, esta vez es gris de asfalto de suelo firme que acoge tus pasos peregrinos en este mundo que a fuerza de no pertenecerte has hecho tuyo propio.

Hoy todo es gris y luce el sol, porque asfalto y cielo no tiene unión alguna en mí y en ti, que estamos desunidos por suertes y por sinos, ironías del destino que es nuestra unión la que nos distancia y nos obliga a marcar distancias y tiempos, precios a pagar por amores que son prohibidos.

Y es que a fuer de dejar que pase el tiempo y lo ponga todo en su sitio, andamos más desubicados que cuando todo empezó. Por eso tomo parte, en adelante no dejaré que nada pase sin mí, sin ti y sin más. Y si se cae y si todo se daña y si nada sale bien, entonces no importará, porque somos nosotros quienes rompemos la baraja. Pero al menos no habremos de estar bailando a sones que otros tañan.