sábado, julio 30, 2011

EGO TE ABSOLVO A PECCATIS TUIS

“La paz con vosotros. Como el Padre me envío, también yo los envío. Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: Recibid al Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedaran perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos”. (Jn. 20, 21-23)


Lo que no nos pase en esta tierra, no pasa en ningún sitio. Me atrevo a afirmar, así, sin ningún rubor y en mayúsculas, por si a alguien no le quedase lo suficientemente claro, que BLANCA PORTILLO ES LO MEJOR QUE LE HA PASADO AL FESTIVAL DE TEATRO CLÁSICO DE MÉRIDA DESDE HACE MUCHO TIEMPO. Y hubiese podido ser recíproco, esto es, que el Festival de Teatro Clásico de Mérida hubiera sido lo mejor que hubiera podido pasarle a Blanca Portillo en mucho tiempo si no fuésemos tan mentecatos.

Digamos, grosso modo, que se ha levantado una polémica injustificada (por no decir gilipollesca), debido a una foto de Asier Etxeandía mientras es caracterizado a un modo muy jesucrístico con una estampa del Cristo de Velázquez velándole las partes pudendas (o pudientes, como diría el otro). Como creo que es justo y necesario profundizar más en la noticia, os enlazo aquí con "El País" en donde se desarrolla con bastante detalle.

A mí la lógica, mi lógica, mi muy propia lógica, si se quiere, me impide ver algo de ofensivo en esa foto. Más aún si se contextualiza la imagen, que pertenece a una serie llamada "Camerinos" en la cual el fotógrafo Sergio Parra retrata a actores mientras se preparan, momentos antes de entrar a escena. Y, precisamente, Etxeandía se dispone intepretar a Dante en una adaptación teatral de La Divina Comedia y, para no salir como Dios, su madre y el destino le trajeron al mundo, el actor se tapa con la mencionada estampa.

No hay pecado en Sergio Parra, al contrario, la foto me parece una obra de arte, tanto en el plano técnico, como en el estético. Para mí es de un gusto exquisito y la aparición de el Cristo de Velázquez, una genialidad, un acierto. No hay tampoco falta en el actor que ejerce de modelo, por más que algunos pensemos en nuestros fueros más internos "Asier, chulazo, déjate de estampitas y enséñanos el pito".

Parece ser, entonces, que el pecado es de Blanca Portillo por atentar contra la sensibilidad de un grupo de cristianos católicos bienpensantes, defensores a ultranza de los valores y el decoro del ser humano, abanderados de la decencia y el saber estar...

No, señores, no, ustedes no pasan de meapilas y beatuchos de ermita pobre. Porque si ustedes fueran católicos de verdad vivirían, dejarían vivir y, si acaso, perdonarían. Ustedes son unos fanáticos, talibanes de la cruz que imponen su minoría a base de invocar sus derechos coartando las libertades del resto de la humanidad que ve en el arte puro arte y no elementos ofensivos. Ustedes con un ojo ciego y el otro castigador, incapaces de ver más allá de lo que su propia estrechez mental les deja ver han conseguido con doscientos correos electrónicos censurar una imagen incluida en una exposición que ha sido puntuada con la mayor valoración por un 95% de los visitantes... ¿qué son doscientos rebotados contra eso? Una exposición en Mérida en esta época puede recibir doscientos visitantes en cuestión de una mañana, por no quedarme corto... ¿Desde cuando en democracia 200 ganan a 2.000 o a 20.000 o a 200.000?

Quisiera equivocarme, pero creo que la respuesta es que cuando un gobierno pazguato, novato, fascistoide y amiguista se lo permite. Monago, no me seas monaguillo y no me hagas arrepentirme de haber pedido el cambio para Extremadura, porque si esto lo hace Trinidad Nogales, que se supone que forma parte del gobierno como independiente, no sé qué hará el núcleo duro. No voy a decir nada de la nueva consejera, por otro lado, le dejaremos los 100 días de gracia, pero vamos, que viendo el perfil, creo que hemos querido hacer de la Consejería de Educación y Cultura, más bien una Consejería de Patrimonio... Ay, Manuela Holgado, ay, Leonor Flores, ay, Eva María Pérez... otros vendrán, que buenas os harán.

Pero volviendo a ti, Blanca Portillo, es cierto que has pecado. Tu pecado ha sido intentar hacer de esta tierra algo más que un manojo de acomplejados de catetismo, has intentado que lo que era uno de los mejores festivales de teatro clásico a nivel nacional e incluso internacional, se quitara ciertas telarañas y fuera algo más del siglo XXI. No nos engañemos, Blanca, el Festival de Teatro Clásico de Mérida se vendía solito antes de tú llegar. Y, sin embargo, en lugar de asustarte por lo complejo del proyecto, te pusiste a luchar y conseguiste dar más luz a lo que ya lucía inmensamente, dar seriedad profesional a lo que a veces parecía un patio de colegio y conseguir que, sin perder una pizca de su espíritu clásico, como sí hizo en ciertos desvaríos anteriores a tu llegada, modernizar el festival y que todo suene muy a siglo XXI. Y ahora son los de la Cruz los que te crucifican, Blanca, por querer que Extremadura sea esta tierra en la que muchos nos sentimos orgullosos de vivir, sin renunciar al terruño, pero tampoco al Internet. Ahora serás tú el Mesías que cuelgue de los palos y a ver quién se queja ahora...

Déjame, antes de nada, decirte algo: gracias por haber creído en nosotros, en este inmenso proyecto y en esta tierra tan manida y manoseada por unos y por otros que tiende a buscar su identidad en sus peores fantasmas, sin atreverse, muchas veces, a dar portazos. Porque yo, Blanca Portillo, yo sí te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

miércoles, marzo 02, 2011

OTRA DE BASURA TELEVISIVA O DE SI NO QUIERES CALDO...

"Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?"


Yo me niego a hablar más de telebasura, que últimamente es sinónimo de Telecinco. Y me niego, entre otras cosas, porque lo ha hecho fenomenal el periódico El País, así me me limito a linkear:


Por otra parte, lo único que tengo que decir al respecto es que estoy de acuerdo en todo, menos en lo que dice Fernando Savater... no porque no tenga razón, sino porque este señor después de declarar que el terrorismo le resultaba la mar de divertido ha pedido para mí toda autoridad moral, si es que alguna vez la tuvo.

Por mi parte, dejo definitivamente de ver Telecinco, ya llevo días sin hacerlo, de hecho. También, aprovecho y aunque hoy no me apetezca mucho ceñirme la corona, me la pongo el rato suficiente para que sirva la presente como decreto para declarar persona non grata en estos mis fueros a Fernando Savater.

Dado en mis fueros a Dos de Marzo de 2011.



Raiko R.

miércoles, febrero 16, 2011

OT 2011 O DE CÓMO UNA MINORÍA DE DOS MILLONES PUEDE SER DESCARTADA DE LA PARRILLA

"San Lorenzo en la parrilla/les decía a los judíos/echad más leña, cabrones,/que tengo los huevos fríos."

Todos los que me seguís habitualmente sabéis de sobra que yo no soy muy de rasgarme las vestiduras... bueno, mentira, sabéis que me apunto al turno de oficio de las causas perdidas en cuanto puedo.

Pero si me las he rasgado en mayor o menor grado en ciertas situaciones, lo de hoy va a quedar pequeña a una boda gitana. Vamos a ver, para empezar me reafirmo de lo que dije un par de post atrás a boca abierta y en mayúsculas: TENEMOS LO QUE NOS MERECEMOS, LA TELE QUE NOS MERECEMOS, LA MIERDA DE TELE QUE NOS MERECEMOS.

Eso sí, Telecinco se ocupa de dárnosla calentita y triturada, para que nos la traguemos sin tener, siquiera, que masticar. El menú es poco variado: vísceras, gran hermano y cuarto y mitad de la esteban, que es como el perejil para Arguiñano, tienen que haber un poquito en cada plato y en el lugar que más se vea.

Os advierto antes de seguir que creo que voy a usar lenguaje soez, porque el blog es mío y me lo follo cuando quiero y hoy estoy en pleno celo por mala leche. En fin, que Telecinco decide cargarse de un plumazo Operación Triunfo, con nocturnidad y alevosía, sin dar ningún tipo de explicación. Obvio, todos la sabemos: audiencia. ¿Malos datos de audiencia? Para nada, discretos sí, malos no. Mucha programación se mantiene en parrilla con los mismos porcentajes.

Pero Telecinco está por encima de estas cosa, hombre, o qué pensáis. Telecinco condena a las tinieblas al programa que ha supuesto la dignificación de la telerrealidad, mientras nutre toda su programación con Gran Hermano, que es justo el ejemplo más grande de basura nutritiva, que sirve para llenar horas y horas de programación. Y es como el caballo de Atila, arrasa con todo.

Hace mucho que no veo tele antes de las diez de la noche, pero sé perfectamente que la programación de Telecinco se resume en programas chonis, programas de vísceras y telerrealidad en turno de mañana, tarde y noche respectivamente. Ya ni siquiera se molestan en producir o comprar grandes series, como las que antaño le reportaron tan buenas críticas.

Lo de las vísceras es algo patético hasta el punto de que han llegado a hacer programas sobre ellos mismo, los propios colaboradores son a su vez entrevistadores y entrevistados, dan noticias, gestionan información y al mismo tiempo la generan... juez y parte, por no decir otra cosa.

Pero centrémonos en la telerrealidad. Yo no estoy en contra de esto por definición. Es más, en tiempos fui un defensor de Gran Hermano, en su primera edición, cuando todo era cándido. Luego se resabiaron y el programa degeneró en estrategias, papeles, traiciones... pasó de ser un programa blanco, amarfilado si se prefiere, a algo amarillo amarillísimo; de la inocencia y el positivismo pasó al escaparatismo, la carnaza y la búsqueda del morbo por el morbo. Hasta tal punto que lo único que querían los concursantes es un maletín repleto de euros y usar el programa como plataforma para hacerse sus televisiones de colaboradores, en el mejor de los casos, o vendiendo sus miserias, querella y desdichas, en el peor.

Operación Triunfo iba camino de sufrir la misma suerte desde su desembarco en Telecinco, de no ser por una razón poderosa: la propia esencia del concurso, que no llegó a perderse gracias a gente que la mimó edición tras edición, por más chats espectáculo o Ristos Mejides y artificios como la sempiterna lucha jurado contra claustro que a punto estuvo de repetirse en esta última (confiemos que sólo de momento) edición.

Telecinco se carga todo lo que cae en sus manos, pero con OT no lo consiguió y el precio que tiene que pagar ahora es su condena al ostracismo televisivo. Mucho se ha hablado de esta edición con el regreso de Nina a la dirección de la academia y el cambio de presentador para las galas. De Nina no se puede decir nada malo, es lo mejor que le ha pasado a Operación Triunfo, de hecho ella es la esencia, la que creó y fomentó en aquella primera edición toda la filosofía del programa que ahora se volvía a recuperar. Pilar Rubio podrá ser muchas cosas, no creo que que sea ni la mejor, ni la peor, pero seguramente en un par de galas más tendría un rodaje y una soltura más que suficientes. Eso sí, lo del cachondeo de la dirección de cambiar normas sobre la marcha, eso no tiene disculpa, por más que se la busques, ya que no es ético y crea en el espectador una sensación de manipulación muy fuerte.

En fin, quédese la cadena con su Gran Hermano, ejemplo de un atajo de vagos superficiales cuya única aspiración es vivir del cuento, huyendo del esfuerzo y de toda mínima dificultad. Quítese del medio, sin embargo, Operación Triunfo, un modelo de valores, que fomenta la ilusión, el esfuerzo, el saber hacer y la formación para conseguir un fin y desarrollar un talento. Si la audiencia, así lo quiere, así sea, que ya decía Lope de Vega en el Arte Nuevo de Hacer Comedia: "porque, como las paga el vulgo, es justo/hablar en necio para darle gusto". Pero luego no nos quejemos de la telebasura porque, vuelvo a repetir TENEMOS LO QUE DEMANDAMOS, TENEMOS LO QUE MERECEMOS. Y no sólo eso, sino que este patetismo televisivo es un reflejo de la realidad social y, a su vez, un modelo para educar a las nuevas generaciones... pero tanto de lo mismo, si así lo queremos, así lo tendremos.

Mientras tanto, Telecinco deja otro muerto en la cuneta. Primero fue CNN+, no resultaba rentable. La solución, un canal GH 24 Horas. Ahora es Operación Triunfo, que no se merece un final así, no ya por lo que pueda aportar, sino siquiera por los momento de esplendor, las noches antológicas, las grandes audiencias que le ha dado a la casa y, aún más, el respeto a un formato limpio que ellos mismo terminaron por joder. Confiemos en que, pasado un tiempo prudencial, alguna cadena quiera retomar el proyecto y todo esto en lugar de una muerte súbita se quede en un coma profundo.

martes, febrero 01, 2011

TT: Trending Topic/Totum revoluTum

"Para sembrarte de guitarra/para cuidarte en cada flor,/y odiar a los que te castigan, mi amor,/yo quiero vivir en vos."

Soy el hombre del mes. No es que me arrogue ningún tipo de distinción, me otorgo el título porque este viene siendo, día arriba, día abajo, el monto de mis ausencias.

En fin, de lo que me apetece hablar es de dos cosas un tanto distintas pero en el fondo un poco ligadas entre sí. La primera es que he descubierto Twitter. Si me queréis seguir
este es mi enlace. Y después del momento de autopromoción, comienzo a contar las maravillas del invento. No os voy a decir que me ha cambiado la vida, pero sí que me ha descubierto todo un mundo nuevo de sensaciones, un soplo de aire fresco en ciertas actividades cotidianas, como ver la gala cero de Operación Triunfo. Y es que, a pesar de que toda esta perorata suene a anuncio de compresas, tengo claro que hay un antes y un después de twitter en muchos campos de la comunicación y la interacción humanas.

Twitter es ese pajarillo travieso de muchas caras capaz de mofarse hasta la saciedad de perlas de intelectuales nocilleros o de organizar revoluciones en pro de la democracia. Twitter iguala mortales, acerca famosos a ciudadanos de a pie y viceversa. Twitter es la red social llevada al extremo minimalista, es el sms lanzado al infinito universo. En Twitter uno se radiografía, quiera o no. puede ser replicado, quiera o no, y hasta incluso puede resultar indiferente, quiera o no.

Hoy, si quieres ser alguien no debes buscar salir en la tele, en los periódicos o en las portadas de las revistas del corazón; has de poner todos tus esfuerzos para conseguir, de una forma u otra, ser Trending Topic. La doble te mayúscula es el equivalente al Óscar en lo cinematográfico, la estrella Michelín en lo culinario, el Pulitzer en lo periodístico, el Planeta en lo literario e incluso a los Nobel en sus distintos campos... pero cuidado, de igual manera, no hay forma más segura de que te cuelguen un sambenito que un tweet poco afortunado o a destiempo.

En fin, no sé qué opinaréis vosotros del medio, me gustarías que compartierais vuestras opiniones conmigo si sois usuarios, me gustaría que si no lo conocéis tengáis la oportunidad de hacerlo. El tema de de twitter me permite sacar a colación el otro tema del que quiero hablaros: las revoluciones.

Una de las grandes funciones de este medio ha sido precisamente no sé si propiciar, no sé si movilizar, no sé si ayudar a organizar; pero sí, desde luego, permitirnos estar informados más o menos en tiempo real y de primera mano, sin pasar por los cauces/censuras oficiales, sobre todas estas revoluciones que están teniendo lugar en el ámbito norteafricano.

Túnez fue el principio y Egipto siguió a continuación, como si de un efecto en cadena se tratase. Y los pueblos aledaños, como quiera que ya han sido dos los vecinos cuyas barbas han visto cortar, andan poniendo las suyas a remojar con un quítame allá ese gobierno en Jordania...

Y el mundo twitter se divide en dos bandos mayoritarios, los que viven la revolución desde dentro y la narran en primera persona y los que la apoyan desde fuera y, generalmente, desde nuestra peculiar manera occidental de ver las cosas. Luego hay gente a la que ni le va ni les viene el tema, obviamente, pero el peso de las dos T impone mucho y quien más y quien menos no puede evitar echar un vistazo a lo que se destaca en la parte derecha de su monitor.

Lo que me llama mucho la atención, sin embargo, es la tremenda alegría de Occidente ante las revueltas, esto parece la fiesta de la democracia en lugar de unas revueltas que nadie sabe muy bien cómo terminarán y, sobre todo, por muy bien que terminen, uno no sabe cómo resultará esto dentro de dos, cuatro, seis, ocho años...

Creo que mi tweet de ayer lo resume bastante bien. lo copio y pego: "Túnez, Egipto... Si algo hemos aprendido de las dictaduras Latinoamericanas es que los revolucionarios de hoy son los dictadores de mañana."

En fin, ¿quién nos garantiza que Egipto, desde su libertad, eso sí, caiga en manos de algún tipo de régimen islamista fanático en más o menos grado? (Quien dice Egipto, dice Túnez, Jordania, Arabia Saudita y lo que pueda venir, claro está) Y sobre todo, ¿quién garantiza que la revolución no traiga un régimen a lo cubano o a lo venezolano con un Castro o un Chávez que a la larga pase de revolucionario a dictador?

En verdad, si algo nos ha enseñado la historia de la hermana América, de Nuestra América, es que se puede pasar, revolución mediante, de dictaduras militares a dictaduras populistas, quizá menos crueles, quizá menos violentas... pero tan carentes de libertad y derechos fundamentales como las primeras. Y esto no es democracia, ni es libertad, ni se le parece remotamente.

P. D.: María Elena Walsh (*Ramos Mejía, 01/02/1930, + Buenos Aires 10/01/2011) D. E. P.