domingo, febrero 10, 2013

MANUAL PARA SALVAR ALMAS

"Alma que nada sabe y todo niega/Y negando lo bueno el bien propicia/Porque es negando como más se entrega"

Desde la experiencia, a todos aquellos que os queráis dedicar a salvar vidas ajenas, aquí os dejo ciertas lecciones que he aprendido con el paso de los años y creo que pueden seros útiles:

- Conócete a ti mismo: no pretendas comprender a otro si primero no te conoces a ti mismo plenamente. Y, aunque es imposible conocerse por completo, cuanto más sepas de ti, más fácil te será entender a los demás.

- No midas a todas las personas con el mismo rasero: aunque la justicia lo haga, la moral es otra cosa, porque se debe en mucho a circunstancias y lo que vale para unos no vale para otros. Incluso lo que hoy vale para ti, mañana puede no ser válido. Cada persona tiene su propio rasero y nunca debe ser una regla rígida, sino flexible.

- No hay que pedirle peras al olmo: el umbral de espectativas ha de adecuarse al individuo que las genere, no al que las percibe, necesita o anhela.

- No hay blanco ni negro: porque en realidad siempre se puede ir un paso más allá en uno u otro sentido. La vida es mucho más, es una extensa gama de grises, al menos para los pesimistas. Para los optimistas puede ser, incluso, toda una paleta de miles de colores.

- Empatía ante todo: siempre hay que ponerse en el lugar del otro, si no es imposible entender sus movimientos. Comprender no es juzgar y juzgar no es comprender, ten claro cuando quieres, tienes y puedes hacer cada una de estas cosas.