- Hispanoamérica, Iberoamérica y Latinoamérica: tres conceptos bien delimitados entre sí, que no poco frecuentemente son usados como sinónimos, perdiendo la especificidad de su significado y pudiendo llevar a ciertos equívocos. Cuando hablamos de Latinoamérica, nos referimos a todos los países americanos de tradición latina, frente a otros de tradición anglosajona; básicamente el bloque cuyas lenguas oficiales son románicas, principalmente el español y el portugués, aunque también el francés, en sus distintas variantes. Cuando hablamos, sin embargo de Hispanoamérica e Iberoamérica, los conceptos son más reducidos. Iberoamérica se referiría a la América Ibérica que comprendería las realidades de España y Portugal y aquellos países que en su día fueron conquistados por estas potencias. En el caso de Hispanoamérica, el ámbitro se restringe a España y los países que fueron en su día conquistados por tal estado y con los que guarda una relación cultural más o menos intensa y común, principalmente una lengua y unas tradiciones que viajaron en su día al Nuevo Mundo. Así pues, un país como Brasil, podría ser englobado conceptualmente en los términos Iberoamérica y Latinoamérica, pero no en Hispanoamérica. Argentina, sin embargo, se podría englobar en los tres; pero tenemos el caso de Haití, cuya cultura predominante fue la francesa, por lo que sí puede contemplarse conceptualmente dentro de lo que entendemos como Latinoamérica, pero siempre fuera de Iberoamérica e Hispanoamérica. El hecho de usar uno u otro termino no es, pues, baladí, si se trata de aportar una información muy concreta y específica.
- América y sus divisiones continentales: Geográficamente, podemos decir que el gran continente americano se divide a su vez en tres partes, lo que comúnmente conocemos como Norteamérica, Centroamérica y Sudamérica. Partiendo de esta perogrullada, hay que hacer notar que, no pocas veces, cuando la gente quiere hablar de hispanoamérica y, sobre todo, de los hispanoamericanos, tiende a aplicarles el concepto de sudamericanos. Pero es muy incierto, ya que un mexicano, un hondureño o un cubano nada tienen de sudamericanos, ya que México es Norteamérica, Honduras pertenece a Centroamérica y lo mismo podemos decir de Cuba, si entendemos que la zona caribe y antillana se debe englobar en el cuerpo central del continente. Así pues, sólo serían sudamericanos, extrictu sensu, de entre los países hispanoamericanos, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Chile y Argentina. No sería este el caso, sin embargo de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Cuba y República Dominicana, que son, a todos los efectos, países centroamericanos. Y finalmente, nos quedaría contar con México, que pertenece geográficamente a América del Norte. Es ciertamente un división clara y casi de perogrullo... pero, ¿qué español hace conscientemente la división, en lugar de referirse a la zona o a los habitantes como Sudamérica y sudamericanos?
- Pero, ¿existe Hispanoamérica?: Pues según hemos apuntado hasta ahora, sí, existe. Quizá la pregunta sería, realmente, ¿qué es? Frente a los conceptos tratados en el epígrafe anterior, que son de naturaleza puramente geográfica, los del primer bloque serían de una naturaleza eminentemente cultural. Lo que define culturalmente a Hispanoamérica, de manera básica, es su americanidad (son países situados en el continente americano y, por lo tanto están, en sus orígenes ligados a los ámbitos culturales y antropológicos aborígenes) y su hispanidad (en su día fueron conquistados por el Imperio Español, cuya cultura se impuso sobre la existente y se produjo un mestizaje tanto cultural como antropológico con todos los matices, dependiendo del tiempo y del espacio, que se quieran señalar). Hispanoamérica es una realidad con un amplio abanico de elementos comunes, como la lengua, una historia común en el periodo de la conquista y la colonia y una identidad cultural bastante uniforme en este período. Pero la realidad hispanoamericana también estriba en su diversidad, en un sustrato aborigen muy amplio en el que se pueden señalar culturas muy distintas entre sí y en una configuración de sus estados a partir de la Independencia, con movimientos históricos muy distintos en cada uno de ellos, con una serie de situaciones y problemática individual de cada país que no tiene por qué compartir con el resto del bloque. Estas características propias y exclusivas, se centran no pocas veces en ciertas dicotomías que analizaremos a continuación y, llegado el caso, cuando sea pertinente al analizar cada bloque o país.
2 comentarios:
Niño, he estado sin ordenadores, uno sin conectarme y el otro con varias letras que se negaban a trabajar, por ende, jodida.
Es de agradecer que te hayas tomado el trabajo de aclarar las diferencias. No poca gente confunde no solo conceptos sino que también la idiosincracia de cada región. Vete tu a decirle a un uruguayo, argentino o chileno que un ecuatoriano o peruano o colombiano es paisano suyo, ¡te come vivo!
Máxime teniendo en cuenta que los rioplatenses "nos" creemos la raza aria dentro de los sudamericanos cuando en realidad debería ser al revés. Ya ves, la "bendita" influencia europea...
Pues me alegro de que te haya gustado, querida Bettina, esta entrada que no sé si calificar como light o como clase de parvulario... de idiosincrasias va la próxima y esa me temo que traerá más cola. ¡Qué Dios nos pille confesados jeje! Bienvenida al mundo de los informatizados. Besote.
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