"En el amor siempre hay algo de locura, mas en la locura siempre hay algo de razón."
No sabré darte más y no quiero hacerlo. Necesito sentir que me sientes y sentirte sin más. No es cuestión aflicción, de soledad, de llantos, es cosa de ser feliz a costa de lo que sea: a costa de vender mis principios, de comerme mis convicciones, de jugar a la guerra, a la paz; jugar sucio, a lo maquiavelo, para conseguir el fin sin que importen los medios.
Es un todo por el todo, un órdago a la grande, sin vuelta atrás ni solución de continuidad, ni aún de permanencia. Esperar a la desesperada sin desesperar. Un laberinto semántico, babélico de una lengua única que no llega a entenderse. Una explosión desesperada de colores, sabores y sonidos, con tal concentración de sensaciones que satura los sentidos. En definita, un orgasmo eterno conjugado en pluscuamperfecto con una muerte efímera, apenas perceptible en el tiempo.
Por este rosario de condiciones me estoy convirtiendo en un ermitaño contemplativo, aunque, a pesar de todo, impenitente. Alejado de tu aliento por la voz de un emisario infame que tortura las horas una a una. Adosado a mis penas, esquivando las tuyas. Lanzándome al vacío sin más red que la ausencia. Evitando tu nombre sin pronunciar el mío.
2 comentarios:
La felicidad es un resultado de una forma de vida. Surge espontaneamente, no creo que se busque y se obtenga a consta de todo. simplemente sucede.
Un abrazo
Y después de los dos días que llevo, te digo que tienes razón, ni se consigue a costa de todo y, quizá, ni siquiera se consiga a costa de nada... sucede de la manera más espontánea, inimaginada y, a veces, incluso, hasta retorcida que uno pueda imaginar. Abrazos.
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