lunes, febrero 19, 2007

TEORÍA DE UN FINAL

"Mía: así te llamas./¿Qué más armonía?/Mía: la luz del día;/Mía: rosas, llamas./¡Qué aromas derramas/en el alma mía/si sé que me amas,/oh Mía!, ¡oh Mía!/Tu sexo fundiste/con mi sexo fuerte,/fundiendo dos bronces./Yo, triste; tú triste.../¿No has de ser, entonces,/Mía hasta la muerte?"

Un final es cuando sobran las palabras y faltan las razones. Cuando no significa nada una mirada y un beso suena vacío. Todo final es esto.
Cuando algo se acaba, todo tiembla. Se estremecen los cuerpos en cada adiós. Si todo se derrumba pero a nadie le importa, eso es un final. No es más que esto. Cuando los dos que se quieren simplemente se ignoran, cuando las almas se repelen en lugar de atraerse.
Un día tú y yo vivimos un final. Nada faltó ni sobró, nada dejó de significar o empezó a sonar raro. Simplemente, dejó de haber palabras, razones, miradas y besos. Nada tembló, nada se estremeció ni derrumbó. Ni siquiera nos ignoramos y las almas simplemente se rompieron en pedazos.
Cuando algo se acaba, todo parece yermo. El aire que te envuelve, pesa, huele añejo, se nota enrarecido. Si un adiós remata una historia, mucho más duro se hace hallar el consuelo del olvido cuanto más intensa haya sido esta.
Un final significa cambiar de costumbres, tratar a un confidente como si fuera un extraño. Esto es duro, el camino inverso se anda mucho más rápido. Es, en definitiva, dejar de pensar en plural, singularizarse y volver a encontrase uno mismo.
Durante un tiempo, al menos, parece que todo te da vueltas, después te invade la nostalgia y, finalmente, se desemboca en la agonía de la rutina. Un adiós es triste por definición, superable por suerte, necesario por desgracia... nadie está completo hasta que ha dicho adiós.
Hay gente que se engaña, un final siempre es definitivo. Si no, es una parada, un punto y aparte, un respiro. La gente que ha vivido esto, no ha vivido un final.
De todas formas, siempre nos queda un consuelo. Un fin es siempre secuela de un principio y sólo un punto de todo un período. No valen excusas ni lamentaciones, porque un final siempre se intuye. Un final, al final, sólo es cuestión de tiempo.
Porque un final puede ser sorprendente, puede ser inesperado, predecible, incluso puede ser abierto. Pero es final al fin y al cabo. Todo acaba, menos lo eterno. Pensarás que es una tautología. Y es cierto, lo es. Sin embargo, tu risa puede convertirse en escalofrío, pues lo eterno, al fin y al cabo, nunca se ha demostrado.
He de ser consecuente, por lo tanto; por no contradecirme, doy fin a este relato. Estoy confundido, ¿es este un final feliz o triste? Qué más da, es un final.

miércoles, febrero 14, 2007

DE REGALOS Y MÁS REGALOS O DE CÓMO SAN VALENTÍN, CUPIDO Y OTRAS HIERBAS SEMEJANTES SE LIBRARON DE MIS IMPROPERIOS

"Tant'amare, tant'amare/habibi, tant'amare/enfermiron welyos nidios/e dolen tan male"

Me soprendo a mí mismo escribiendo estas líneas... Mi principal intención hasta anoche mismo era escribir hoy un post poniendo a caer de un burro a todo lo que tenga que ver con valientes valentones valentines y angelotes arqueros. Y no estaría de más, pero como ya me desquité con el jálogüin en tan señalada fecha, decidí no repetirme atacando, de nuevo una fiesta/tradición de estas que triunfan en nuestros tiempos, patrocinadas por El Corte Inglés.
Pero mire usted por donde que, en lugar de granjearme otra vez la enemistad del personal, decido dar paz y sosiego a mi espíritu, tomarme el almíbar que se respira en el ambiente con un poco de calma y dejar disfrutar al personal al que estas cosillas le hagan ilusión... (Me desquité antes, eso sí, diciéndole a mi hermana que la cena que teníamos planeada para hoy la dejábamos para mañana porque hoy habría mucho hortera suelto por la ciudad y llenando los restaurantes).
Así que, vuelvo mis sentimiento en positivo y os dejo, a vosotros que me enamoráis día a día, sí, vosotros, cualquiera de los que estáis leyendo, estos tres regalos.
Como veréis falta uno, ya que son tres regalos numerados ordinalmente del segundo al cuarto. Pero todo tiene su historia:
Encontrábame yo requiriendo en amores a mi anterior mancebo, cuando salió de mi teclado alguna genialidad que no consigo muy bien recordar. Como quiera que fuere, gustolé al rapaz mi frase, con lo cual le dije que la tomara como presente y me hiciera saber cuáles habrían de ser los próximos que le hiciese.
Fue de esta manera como vinimos a establecer una lista de regalos que se componía de un par de poemas y un cuento... y hete aquí que yo se los hice con tan sumo gusto y discreción, que no osé publicarlos en mi blog, porque considerélos suyos, ya que regalos eran.
Sepan ustedes, sin embargo, que tras el oscuro suceso del plagio/declaración, decidí que si otro que no lo ha escrito puede beneficiarse de mis regalos, cuánto más no yo de cuya pluma (entiéndase literaria) salieron; puesto que si no está bien usar de un regalo que uno hace para más de un destinatario, mucho peor ha de ser servirse a bien del que otro hizo para agasajar al mismo, o prestar algo que alguien te regalara.
Dicho lo cual, quede bien claro que ha sido el cuarto regalo el objeto del plagio y del que sirvióse el suso(yuso)dicho malandrín para requerir al que yo requiriera.
Esta es la historia, hay que ver, que lo que yo consideraba mala literatura, ha servido para crear un par de enamorados.

N (CUARTO REGALO)

"Intellectum tibi dabo et instruam te in via hac, qua gradieris; firmabo super te oculos meos."

Hace ya algunos días que N me pidió que le escribiera un cuento. No me lo pidió estrictamente, no es su estilo; más bien me lo sugirió como el cuarto de esa lista de regalos que nos hemos montado y de la que yo no me olvido y trato de cumplir, a pesar de la poca inspiración que tengo…
El caso es que, como ya he dicho, últimamente me está costando escribir más de lo normal. He tenido ideas geniales desde el punto de vista literario… pero no llegué nunca a materializarlas.
Cuando falla la creatividad hay que echar mano de la técnica, así que me pongo a hacerme una composición argumental, busco una localización espacio-temporal y exploro el personaje en busca de matices…
Lo recuerdo anoche, charlando, en los bares, en el coche… hacía un frío del demonio. Una vez N me dijo que sus ojos no son nada del otro mundo. Pero no es cierto. Sus ojos están muy vivos, aunque dudaría entre llamarlos ojillos u ojazos…
Los ojos de N son grandes y profundos. Pero tienen un punto esquivo y tímido que delata cierta inseguridad… Sólo una personalidad arrolladora les empuja hasta el punto de no dejarles apartar la mirada por más que quieran y lo intenten. N y sus ojos son esa extraña mezcla de timidez y arrogancia. Una tensión entre la firmeza de una mirada fija y la modestia de una esquiva. Encierran en sí mismos seguridad y misterio.
La voz de N suena cadente… modula y proyecta sin necesidad de artificios, le sale natural. En su fonética curiosa hay una erre arrastrada que ya adiviné al oírlo cantar; aunque es cierto que con el ritmo y la escasa velocidad apenas se aprecia, pero mi oído fonético está hiperdesarrollado, que por algo soy lingüista. Es una erre suave, que se arrastra con mucha gracia, que suena con total naturalidad, pues no la intenta ocultar con ninguna floritura. Tiene un timbre muy bonito, tranquilizador.
Lo mejor de él es que sonríe a cada rato, con una sonrisa abierta, grande. Nada tímida, es una sonrisa muy limpia. Me encanta llamarle precioso, me dirijo así a él. Pero no porque sea infinitamente guapo, que lo es, pero entonces sólo le diría guapo. Es algo más, es precioso, porque su personalidad también es bella y su carácter, hasta su mal carácter es condenadamente precioso.
En fin, creo que estas divagaciones no me van a llevar a ningún sitio… necesito un argumento. Un argumento donde encajar a un personaje. No sé muy bien qué tipo de cuento le gustaría protagonizar…
A N le gustan las historias fantásticas, de seres pseudomitológicos. Seguro que le encantaría ser un duende o un elfo… Aunque yo le veo mejor de guerrero. Un guerrero medieval, un príncipe valiente.
No sé, los cuentos fantásticos no son mi fuerte, la verdad. Tendré que echar mano de alguna otra cosa. Igual algo de misterio, con un poco de acción… algo oscuro para que él pueda brillar.
Y sin embargo, lo único que he podido llegar a hacer es esta especie de relato en plan moderno, muy contemporáneo, metaliterario, que seguro que no se espera ni por asomo. Qué vamos a hacerle… son caprichos de las musas.
Así que espero el quinto regalo, para, en cuanto lo sepas, ponerme manos a la obra. Eso sí, por favor, te ruego encarecidamente que no me pidas que te escriba una novela, que ya ves que ando justito de inspiración.

TERCER REGALO

"Clamé al cielo y no me oyó/y, pues sus puertas me cierra,/de mis pasos en la tierra/responda el cielo, y no yo."

Con una lluvia de ideas brillantes,
te doy el cielo, te lo regalo,
te doy mis ganas, me das tus manos
y así, sin prisa, te lo bajamos.

Me mudo al cielo si estoy contigo,
si tú me dejas, que el cielo es tuyo,
haremos nubes con los suspiros
y haremos soles con los segundos.

Y tus canciones serán estrellas
y mis poemas serán la luna,
con tus sonrisas será verano
y con tus lágrimas habrá lluvia.

No te prometo que haya más ángeles,
porque contigo, ya hay uno, enano,
con una lluvia de ideas brillantes,
te doy el cielo, te lo regalo.

SEGUNDO REGALO

"Algún día por verte daba cien vueltas,/ahora, por no verte, doy cuatrocientas..."

Te cambio la cara con una sonrisa,
te cuelgo la luna con una cadena,
envuelvo la noche con muchas canciones
y te hago un abrigo con tela de estrellas.
Si quieres el mundo, lo pinto en colores;
si quieres los mares, en una botella;
para tus oídos, tengo mil razones
y para tus ojos, alguna centella.
Quiero que me pidas sueños imposibles
para fabricarlos con rimas y letras,
que dejes que el viento me cuente secretos
para así tallarlos en fina madera.
¿Y qué te parece si luego me pides
un cielo, que sea tu tercer regalo?
Y para que veas que no voy de listo
el beso lo dejo, quizás, para el cuarto…

domingo, febrero 11, 2007

DE CÓMO ME PLAGIARON AL NOVIO, DE LA POCA CREATIVIDAD O DE HASTA DONDE LLEGA LA LEY DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL

Vale, puer!/Iam Catullus obdurat,/nec te requiret/nec rogabit invitam:/at tu dolebis,/cum rogaberis nulla.

Si la buena de Blueyes hubiese pospuesto un par de meses su concurso de historias surrealistas, hubiese ganado por goleada y mira que lo del mosquito ya se las trae...
Pero he rizado el rizo... me han plagiado al novio. Resulta que, al chiquito con el que llevo tonteando desde algo antes de Navidad, se le ha declarado un amigo suyo de toda la vida por el que llevaba loco no sé cuántos años...
Uno, que en el fondo es un romántico, decidió pasar del tema, ejercer de buen amigo y esperar tiempos mejores, si es que vinieran. Pero mire usted por dónde, me da por ir a ver la declaración del notas, que había sido pública desde su fotoblog, para que quedase bien patente ante Dios y ante los hombres que estaba loco por ese que hasta entonces había sido mi ligue...
No podía dar crédito a lo que leían mis ojos, el tío había escrito un cuento que YO, MI PERSONA, ESTE QUE ESCRIBE, le había regalado a aquel que es causa de sus desvelos (conmigo no llegó la sangre al río, no puedo decir tanto). Ojiplático, hice un ejercicio comparativo entre los dos textos en cuanto llegué a casa, por si en un capricho de estos de las musas, al describir los dos a la misma persona, hubiésemos visto lo mismo y por aquellos azares hubiésemos empleado un léxico muy semejante. Pero no hizo falta bucear mucho porque no se ha molestado ni en cambiar las comas.
Bueno, sí, hay un leve cambio, donde yo uso el nombre propio del oscuro objeto del deseo, él menciona a un personaje de cuento, por eso de ser original... menos mal que también sale algo de dentro de su cabeza.
En último caso, me pregunto yo, si la declaración es mía y surtió efecto... en último término, ¿el novio no es mío? O llegando más allá ¿no sería, según la ley de la propiedad intelectual, un novio intelectualmente mío? Y aún a riesgo de parecerme a Eva Hache, me cuestiono por fin... ¿podríamos decir que me han plagiado al novio?

domingo, febrero 04, 2007

DE LO QUE SON LAS CASUALIDADES O CÓMO HACER PATRIA CHICA

"Lo que llamamos casualidad no es ni puede ser sino la causa ignorada de un efecto desconocido..."

Llegué buscando la exactitud... Andaba yo buscando, como ya he dicho, alguna página que me diese la puntuación y literalidad correctas para citar al bueno de Calderón en la entradilla de mi anterior post, cuando me topé de bruces con un blog de alguien que me resulta muy familiar. De ahí en adelante todo fue rodado...
Si metéis en google las palabras "apurar cielos pretendo", tal que así, sin ningún tipo de signo de puntuación, en la segunda o tercera entrada, encontraréis acceso directo a un post que sobre el tema precisamente de la exactitud al citar a Calderón, tiene escrito el bueno de Gonzalo Hidalgo Bayal.
He de decir, antes de nada que no conozco personalmente a Gonzalo, pero he llegado a él mediante dos vías. Por un lado, la literaria, de entre todo lo que he leído suyo, recuerdo especialmente "Paradoja del Interventor", que en su día me regaló un buen amigo y que, de alguna forma, me hizo reencontrarme con el placer de la escritura. La otra fuente por la que llego al personaje, que no a la persona, es por el testimonio de amigos míos de los que fue profesor en nuestros tiempos bachilleres (he de decir que todas las referencias de alumnos de Gonzalo que he escuchado han sido siempre buenas). A quien sí conozco o, mejor dicho, conocí personalmente, fue a su mujer, María José, que me enseñó todos los latines que manejo (que no son pocos), mucho antes de que llegase a la facultad. Una mujer extraordinaria de la que estuve tres años aprendiendo, de la que me enamoré (intelectualmente hablando, se entiende) y de la que puedo decir que es la profesora a la que recuerdo con más cariño y admiración de mis años de instituto.
Hablaba yo del blog de Gonzalo... he estado explorando ese espacio y me he encontrado con lo que, dados los antecedentes, me podría esperar: un un escritor de estilo impecable y fino. Recomiendo hasta la saciedad la lectura de cualquiera de sus obras y, como no, de su blog (léase antes la primera entrada para saber a lo que uno se enfrenta).
Entre los enlaces de este blog me topo con un viejo conocido. Se trata de Miguel Ángel Lama y recorro también su blog. A medida que lo leo es como si le estuviese oyendo hablar, con su voz profunda. Lama fue profesor mío en tercero y quinto de carrera. El profesor Lama (me gusta retomar el lenguaje universitario), tiene dos características que enganchan. Por un lado te hace descubrir matices en las lecturas que son inimaginables, te mete tan dentro la obra en cuestión que, a pesar de que te la cuente (porque la obsesión de Lama en clase es "no quiero destriparos el libro, pero en tal capítulo..." y al final te lo acaba contando), terminas devorando el libro y descubriendo esos rincones donde él te quiere hacer llegar; es un analista perfecto. Por otro lado tiene un fondo de lecturas muy amplio y no sólo basado en lo hispánico y en lo ortodoxo, que le hace dar opiniones muy interesantes y le permite poder siempre unir y reunir la vida real y la literatura.
El último de mis descubrimientos es Ismael Rozalén. Él es, por edad, el más cercano a mí, y, quizá por esto, su estilo y su blog son más cercanos a los míos. En su espacio, no en vano es fotógrafo, la imagen ocupa un espacio importante. Ismael es un cronista, un contador de historias. Lo he elegido porque, aparte de que indirectamente nos conocemos, me parece un narrador ágil y directo, con un estilo fresco y con un toque bastante irónico siempre que la ocasión lo requiere.
Dentro de estos tres rincones hay enlaces a otros grandes como, sin ir más lejos, Álvaro Valverde, pero yo quiero recoger estos por la carga personal que representan. Un cercano día de estos me pondré el mono y haré mantenimiento y alguna chapucilla en el blog. Aprovecharé para meterlos en mis enlaces (que no "links") y podréis ir directos. Por si alguno tuviera prisa, me reitero, no hay más que decirle a google "apurar cielos pretendo".

sábado, febrero 03, 2007

DEL NUEVO BLOGGER Y OTRAS MARAVILLAS DE LA TECNOLOGÍA

"Apurar, cielos, pretendo,/ya que me tratáis así,/qué delito cometí,/contra vosotros, naciendo..."

El nuevo blogger ha entrado en mi vida... me lo han metido, mejor dicho. No quería yo ir de moderno y andaba apurando lo máximo posible, sin quererme pasar a la famosa versión betta, consciente como soy de mis limitaciones el el campo técnico y también, por qué no decirlo, en el de la paciencia...
Pero un día, ¡oh, maravilla! Abrí mi blog y me encuentro con que me paso al nuevo blogger, sí o sí. No pude esquivarlo, así que tras cumplir con los formulismos oportunos, llegué al remozado rincón.
La primera de mis desgracias... las etiquetas. Con mi espíritu obsesivo me pongo inmediatamente a etiquetar todas y cada una de las entradas que he publicado hasta el momento (por suerte sólo eran cuarenta). En un ataque de compulsión, clasifico todos y cada uno de los textos y no soy capaz de irme a dormir hasta que lo dejo hecho; debe ser deformación profesional, igual debería ir pensando en empezar a ejercer (en qué se basa la filología si no es en desmenuzar, clasificar y etiquetar textos...).
Y es que lo de las etiquetas a mí y a mis obsesiones nos parece mucho más que genial... lo que ya no tenemos tan claro mis compulsiones y yo es que sea nada útil. En cuanto a la forma de anunciarlo, invitándote a ser bibliotecario o algo así, huelga comentarlo.
Tras superar la fase del blog-biblioteca-bodega con todo bien etiquetado, el día siguiente me depararía más sorpresas... Lo primero que aprecié al entrar es que blogger también se había puesto en contra de mí, de mis acentos y de mi impecable ortografía y ha sustituido las vocales acentuadas de mis enlaces (a los que llama links, de ahí que se entienda el tema de las tildes) por una especie de signos muy raros, muy de alfabetos no latinos. Pues nada, a aguantar que me desfenestra las tildes, tan del español o castellano, pídalo por su nombre, y en cambio me cuele los signos que asemejan gusanos y otros insectos destripados en el suelo.
Pero lo que ya pateó mis entrañas de manera superlativa fue el proceso de despersonalización. Resulta que entro a mirar mis comentarios, porque uno tiene la mala manía de responderlos siempre, y me encuentor con que el ente ha hecho anónimos a la gran mayoría de mis amigos-blogueros que me han dejado el suyo. Cual pandilla de mafiosos, sólo les ha faltado decir aquello de: "que parezca un accidente".
Y así hasta el infinito, blogs a los que se me ha imposibilitado la entrada por un quítame allá esa deshabilitación de perfil y, además de esto, aprecio que mis textos se han puesto en forma (las columnas son más delgadas), aunque eso sí, el azul de las letras es como más brillante... en fin de los males el menor.
Bueno, una vez ejercido mi derecho de pataleo, no me queda más que acogerme a la protección del Santo Job y daros a todos la bienvenida la era del progreso y la tecnología (por si no se notase, el tono ha sido sarcástico rayando en la hijoputez...).