domingo, febrero 04, 2007

DE LO QUE SON LAS CASUALIDADES O CÓMO HACER PATRIA CHICA

"Lo que llamamos casualidad no es ni puede ser sino la causa ignorada de un efecto desconocido..."

Llegué buscando la exactitud... Andaba yo buscando, como ya he dicho, alguna página que me diese la puntuación y literalidad correctas para citar al bueno de Calderón en la entradilla de mi anterior post, cuando me topé de bruces con un blog de alguien que me resulta muy familiar. De ahí en adelante todo fue rodado...
Si metéis en google las palabras "apurar cielos pretendo", tal que así, sin ningún tipo de signo de puntuación, en la segunda o tercera entrada, encontraréis acceso directo a un post que sobre el tema precisamente de la exactitud al citar a Calderón, tiene escrito el bueno de Gonzalo Hidalgo Bayal.
He de decir, antes de nada que no conozco personalmente a Gonzalo, pero he llegado a él mediante dos vías. Por un lado, la literaria, de entre todo lo que he leído suyo, recuerdo especialmente "Paradoja del Interventor", que en su día me regaló un buen amigo y que, de alguna forma, me hizo reencontrarme con el placer de la escritura. La otra fuente por la que llego al personaje, que no a la persona, es por el testimonio de amigos míos de los que fue profesor en nuestros tiempos bachilleres (he de decir que todas las referencias de alumnos de Gonzalo que he escuchado han sido siempre buenas). A quien sí conozco o, mejor dicho, conocí personalmente, fue a su mujer, María José, que me enseñó todos los latines que manejo (que no son pocos), mucho antes de que llegase a la facultad. Una mujer extraordinaria de la que estuve tres años aprendiendo, de la que me enamoré (intelectualmente hablando, se entiende) y de la que puedo decir que es la profesora a la que recuerdo con más cariño y admiración de mis años de instituto.
Hablaba yo del blog de Gonzalo... he estado explorando ese espacio y me he encontrado con lo que, dados los antecedentes, me podría esperar: un un escritor de estilo impecable y fino. Recomiendo hasta la saciedad la lectura de cualquiera de sus obras y, como no, de su blog (léase antes la primera entrada para saber a lo que uno se enfrenta).
Entre los enlaces de este blog me topo con un viejo conocido. Se trata de Miguel Ángel Lama y recorro también su blog. A medida que lo leo es como si le estuviese oyendo hablar, con su voz profunda. Lama fue profesor mío en tercero y quinto de carrera. El profesor Lama (me gusta retomar el lenguaje universitario), tiene dos características que enganchan. Por un lado te hace descubrir matices en las lecturas que son inimaginables, te mete tan dentro la obra en cuestión que, a pesar de que te la cuente (porque la obsesión de Lama en clase es "no quiero destriparos el libro, pero en tal capítulo..." y al final te lo acaba contando), terminas devorando el libro y descubriendo esos rincones donde él te quiere hacer llegar; es un analista perfecto. Por otro lado tiene un fondo de lecturas muy amplio y no sólo basado en lo hispánico y en lo ortodoxo, que le hace dar opiniones muy interesantes y le permite poder siempre unir y reunir la vida real y la literatura.
El último de mis descubrimientos es Ismael Rozalén. Él es, por edad, el más cercano a mí, y, quizá por esto, su estilo y su blog son más cercanos a los míos. En su espacio, no en vano es fotógrafo, la imagen ocupa un espacio importante. Ismael es un cronista, un contador de historias. Lo he elegido porque, aparte de que indirectamente nos conocemos, me parece un narrador ágil y directo, con un estilo fresco y con un toque bastante irónico siempre que la ocasión lo requiere.
Dentro de estos tres rincones hay enlaces a otros grandes como, sin ir más lejos, Álvaro Valverde, pero yo quiero recoger estos por la carga personal que representan. Un cercano día de estos me pondré el mono y haré mantenimiento y alguna chapucilla en el blog. Aprovecharé para meterlos en mis enlaces (que no "links") y podréis ir directos. Por si alguno tuviera prisa, me reitero, no hay más que decirle a google "apurar cielos pretendo".

17 comentarios:

Artic dijo...

Pues ojalá puedan leer este post que has hecho en homenaje a ellos. Lo haces apasionadamente y eso de raíz ya me gusta -y estoy seguro de que a ellos más aún-.

Por cierto esa frase de Voltaire la tengo muy vista. Un amigo mío -médium y espírita también- la tiene en su messenger desde Dios sabe cuando.

Saludos,

Sincronie.

Miguel A. Lama dijo...

Aquí también quiero dejarte, algo abrumado, mis gracias por los comentarios. Excesivos, y no precisamente en lo que se refiere a Gonzalo, Ismael o María José. Gracias.

RAIKO dijo...

Mi muy estimado Hugo, gracias por tu comentario, me gusta compartir con vosotros sitios y gente que merecen la pena.
En cuanto a Voltaire, el muy racional Voltaire, digamos que no es para mí uno de mis favoritos, pero nunca está de más citarlo...
Un saludo.

RAIKO dijo...

Mi estimado profesor Lama, reconozco sin rubores que soy algo tendente a los excesos, pero créame que no es este el caso.
Un saludo.

Ra dijo...

Me quito el sombrero con este post, al completo.

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Apurar cielos pretendo, escribí en Google y el motor me llevó a tu profesor. Profundo, esgrimista de palabras, me gusto.

Gracias.

RAIKO dijo...

Ra, te agradezco el gesto, de verdad, pero con estas lluvias y estos fríos, creo que debes quedártelo puesto... ;-) Besotes.
Goathemala, son tres grandes escritores. En cuanto a blogs, me he dado una vuelta por el tuyo y creo que también merece bastante la pena. Un saludo.

Le Mosquito dijo...

Coincido en una apreciación generalizada, y leída en los anteriores comentarios. La apreciación se refiere a lo generoso de esta entrada; a la admiración y agradecimientos sinceros, que de tus letras se desprenden, y al cariño con que están redactadas.
"De bien nacidos..."

Y ahora, apurando egoísmos, me gustaría consultarte una duda (no tengo el diccionario de ídem)
Más arriba, he escrito:

...y al cariño con que están redactadas.

En éste caso, ese "con que" ¿está bien incluído? ¿Podría escribirlo junto?: "conque".

Gracias y abrazo, un.

RAIKO dijo...

Querido Don Mosquito, primero de todo gracias por tus palabras. Ejerzamos ahora pues: su frase está absolutamente bien construida. Se trata de una subordinación relativa, como sabemos el relativo además de ejercer una función de unión respecto a la oración principal, también ejerce una dentro de la subordinada, en este caso está junto, con la preposición, formando un complemento circunstancial de modo. Así pues todo correcto. No sería el mismo caso que usar la conjunción "conque", que serviría para introducir una subordinada adverbial consecutiva, es decir, la frase que introduce es consecuencia de la principal "No te has portado bien, conque te quedas castigado" (no soy muy partidario de poner ejemplos, porque suena muy artificiales, pero para que te hagas idea. Bueno, para resumir, a modo de truco, digamos que "conque" puedes escribirlo en aquellas frases en las que lo puedas sustituir por el giro "por lo que". Menos mal que no ejerzo, qué rollos meto... Abrazo, un.

Le Mosquito dijo...

Pero qué rollo ni qué gaitas. Soy autodidacta (casi), y tu explicación me ha satisfecho más por los ejemplos que por la magistral lección con que la has iniciado. Conque me doy por aleccionado, y confío en no olvidar, (si es que llegué a entender), tan estupenda lección.
¡Muchas gracias!

Ciudad: Cuenca.
Gentilicio: Porloquense.
Metodología: Memoria asociativa.
:)

PD: Si llegas a ejercer, te recuerdo, con cariño, sin presiones, que un ejemplo viene muy bien para que cabecitas duras como la mía entendamos mejor "lecciones de apariencias lejanas, ajenas, antipáticas" pero repletas de interés común.
"Con un poquito de azucar esa píldora que os dannn..."

maite dijo...

un profesor con verdadera vocación hace que te impregnes de ganas de seguir estudiando, desgraciadamente no fue mi caso, por más que lo intenté...

un beso

RAIKO dijo...

Don Mosquito, se llevó usted la lección muy bien aprendida, me alegro. Bien es cierto que el Señor no me llamó por los caminos de la docencia, me va más la investigación... de ahí mis lecciones magistrales.
Mi buena maite, completamente de acuerdo, lo difícil de la docencia no es transmitir conocimientos, que eso lo puede hacer casi cualquiera. Lo complicado es saber estimular al alumno para que quiera recibir esos conocimientos y que llegue a buscarlos por sí solo. Y eso no lo enseñan en ninguna facultad, lo da la experiencia y el amor por la materia. Un abrazo.

BETTINA dijo...

He pasado por el blog y me he quedado sin palabras. Cada vez que leo letras así, me aborrezco más por no haberme plantado ante mi padre con dieciocho años frente a la facultad de Ingeniería. El tiempo perdido no me permitió hacer dos carreras a la vez. Solo me quedé con Filología inglesa. La otra quedó y quedará pendiente para otras vidas.
(Me sigues mandando deberes profe... y me gusta)

Paula dijo...

Bueno Raiko, veo que te has sumergido en el maravilloso mundo de las palabras, y es una delicia seguir tus pasos.

varios profesores que han aparecido a lo largo de los años han marcado mi vida, su pasión en un momento dado, fue la mía, y sigue siendolo.

Te dejo un abrazo bien fuerte, y un caldodeamor para que tu voz siga cantándonos

RAIKO dijo...

Bettina, todos somos un conglomerado de aciertos y errores, no hay que lamentar lo que no tuvimos, sino disfrutar de lo que tenemos. Yo me hice filólogo, porque me gusta la filología y, si embargo, trabajo en algo que no tiene nada que ver... porque las pasiones son para disfrutarlas, no para hacer de ellas rutina. Un besote.
Mi buena Paula, este mundo de palabras me atrapó bien joven... me recuerdo escribiendo desde que tengo uso de razón y no sabría vivir sin hacerlo. Hay épocas más creativas, épocas menos fecundas... pero desde los 14 años, cuando escribí mis primeros poemas, lo ciertos es que muy pocos días han pasado sin que escriba, al menos, una línea o un verso. Un abrazo.

Mrs.Doyle dijo...

Gracias por las recomendaciones, Raiko.
Yo también aspiro a eso de que me recuerden como alguien que ayudó a prender y lo consiguió...

RAIKO dijo...

Mrs. Doyle, seguro que así ha de ser, presupongo y casi adivino en usted ciertas cualidades para la docencia... Un saludo.