lunes, agosto 14, 2006

DÉJAME QUE TE CUENTE

"Vale máis ser libre un día/no confín do bravo mar/ que vivir toda a vida/preso, escravo e a calar"
Déjame que te cuente lo sencillo que es hacerme feliz. Sólo tendrías que mirarme, de lo demás ya se encarga el destino. Con sólo dar alas a mis neuras desvalidas, podrías lograr que empiece a reconsiderar mis posturas infantiles, madurando en un segundo más que en cinco años.
Cómo hacerte entender que a pesar de los años, de la vida y de los hombres que haya envuelto en sábanas y besos, sólo nos tenemos el uno al otro en tanto que va pasando el tiempo. No me hagas caso, sigo delirando como años atrás cuando ese autobús te llevó a las nubes y a mí me dejó tirado en la dárseña gris de la estación...
Si hubiera un más allá desde donde me escuches, no dudes nunca que no habrás sido mi amor definitivo, pues seguiré envolviendo hombres en sábanas y besos. Pero también habrás de saber que eres el más grande, el más profundo, el más intenso y el más inolvidable. Porque antes que a ti dije a otros que les quería... pero tan sólo fue porque aún no te conocía. Porque después de ti he dicho a otros te quiero... pero tan sólo ha sido porque te marchaste.
Y cada vez que miro tus ojos en la foto que está sobre el mármol frío, me siento libre, porque sé que me cuidas y que te venero, que es lo único que ya podemos hacer el uno por el otro.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No había leído este post tuyo. Hoy comentaba con alguien de tu existencia en mi "vida" y le decía que eres mi "ojito derecho del mundo blogger". Después de leer este post te adopto como hermanito menor Raiko. ¿Aceptas?

RAIKO dijo...

Querida Bettina, sí acepto, faltaría más, es un gran honor. También te agradezco que andes buceando por mi rincón, porque me das la oportunidad de reencontrarme con viejos escritos. Un besazo.

Le Mosquito dijo...

"Pues vas a echar el día" (es una frase que recuerdo de un antiguo chiste) porque soy de los que bucean para intentar buscar entradas "auténticas".
Fíjate cuánto amor y desamor leo en tus palabras, que me saben, un poco a reproche, un poco a desazón, otro poco a búsqueda, y mucho, a encuentro.
Antes de decir a mi querida mosquita "te quiero", pasaron muchos meses entre sábanas. me daba tanto miedo pronunciar la frase "te quiero". Aún no he abandonado el miedo, y convivo con la esperanza de no tener que decir esa frase a ninguna persona más. La quiero tanto, tanto...
Uf, me acaba de recorrer un escalofrío.
Espero que sigas llenando tus sábanas de esperanza y, que si lo deseas, algún día encuentres entre ellas a tu hombre definitivo.
Un saludo pudoroso, por haber invadido esta intimidad tan sincera.

RAIKO dijo...

Yo soy de los que lo dicen antes de llegar a las sábanas... no es productivo, créeme, porque así es la única forma de que jamás lleguen a sumergirse en las sábanas con uno... jeje Un abrazo.