domingo, octubre 10, 2010

MARIO VARGAS LLOSA: PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2010 O TEORÍA DEL ETERNO ASPIRANTE

"Desde la puerta de La Crónica Santiago mira la avenida Tacna, sin amor: automóviles, edificios desiguales y descoloridos, esqueletos de avisos luminosos flotando en la neblina, el mediodía gris. ¿En qué momento se había jodido el Perú?"

Los fanáticos de Coelho dirían aquello de que basta que desees una cosa para que el universo entero conspire para concedértela, o algo así, no recuerdo la cita exacta. Los fanáticos de Murphy, sin embargo, entre los que me encuentro, más bien diríamos que cuanto más desees que algo suceda, más posibilidades hay de que no llegue a pasar jamás y basta simplemente con resignarse y olvidarse del asunto o, mejor aún, que la realidad del asunto ya no aporte apenas nada, para que este devenga en una realidad. Quizá, dejando aparte conspiraciones universales o azares inversamente proporcionales a la voluntad, lo lógico sería hacerle caso a la sabiduría popular y a aquello de que tanto va el cántaro a la fuente...

En fin, el deseo, el asunto, la relalidad, la trama, no es otra que la concesión del Premio Nobel de Literatura 2.010 a Mario Vargas Llosa. Como quiera que, a fuerza de años, el peruano se había convertido en el eterno candidato y ya nadie pensaba que la Academia Sueca se acordaría de él, la noticia nos ha pillado a todos, incluso a él mismo, por sorpresa.

Bien es cierto que, hoy por hoy, Vargas Llosa es un autor lo suficientemente reconocido como para que huelgue otorgarle ningún tipo de premio más. Pero esta concesión es más un acto de justicia que de otra cosa y, seguramente, no se trate tanto de prestigiar al escritor concediéndole el Nobel, como de hacerlo con el premio otorgándoselo a un genio tan indiscutible como Mario.

Leo en la edición digital del periódico El País una "Tribuna" del recién proclamado Nobel, en la que cuenta cómo recibió la noticia y los primeros pensamientos, las primeras reacciones, o más bien, falta de reacciones, ante la buena nueva. En él se dejan translucir, a grandes rasgos, las líneas claves que hacen de Vargas Llosa un genio sin parangón: como son su amor incondicional a la literatura que raya casi en lo místico, en lo religioso, pero siempre desde una óptica muy real, como un trabajador de, pero también por y para, la literatura. Hace un recorrido a su vida, al nacimiento de su vocación, a su deuda con España.

Pero lo que más me ha llegado, ha sido que el Nobel le pilló leyendo. Y le pilló leyendo nada más y nada menos que El Reino de Este Mundo de Alejo Carpentier. Esta gran obra de otro gran autor es justamente donde primero aparaece y se explica el término de "lo real maravilloso" que, aparte de puntualizaciones de la crítica que lo asimilan o no con el "realismo mágico", lo cierto es que, al menos, es el germen que asienta sus bases; las bases de lo que será un elemento indispensable en los autores de lo que se ha dado en llamar el "boom" latinoamericano. Sin Carpentier y su aportación en la citada obra no se podrían entender autores tan reconocidos hoy como Gabriel García Márquez, el propio Vargas Llosa, por citar dos premios Nobel, o la chilena Isabel Allende.

Alejo Carpentier, en su época, también fue una especie de eterno aspirante al Nobel, no tanto quizá como quien nos ocupa, pero algo hubo de similitud. De cualquiera manera, con Don Mario ya se ha echo justicia, por suerte, ni que decir tiene que yo estoy felicísimo de esta concesión, apenas lloro de alegría con él cuando supe de la noticia por un compañero peruano de fatigas vitales. Y quise estar en Lima o en Arequipa por un breve instante para ver como ese Perú tan calmo como jodido gritaba un "qué viva, carajo" a Vargas Llosa.

11 comentarios:

mia dijo...

Estoy contigo, las cuestiones de JUSTICIA anulan cualquier otro valor, por grande que este fuera, y así se reciben, y así deben valorarse, y lo contrario, simplemente no tiene perdón ;)

RAIKO dijo...

Y querida Mía, como de costumbre tiene usted más razón que un santo y no se puede añadir nada a lo que has escrito, por lo cual me limito a darte las gracias por pasarte, como siempre, por mi rincón y dejar tus palabras. Ansío leer tus crónicas de las aventuras africanas. Un beso.

BETTINA dijo...

Soy de los de Coelho, jeje prefiero el positivismo. De todos modos, un merecidísimo premio. Más vale tarde que después de muerto como suele ocurrir con los reconocimientos a los grandes

caliope dijo...

Holaquerido Raiko no se si te acuerdas de mi pasaba para saludarte y oara decirte que me van a ingresar en una clinica para tratarme mi trastorno de personalidad pq ya llevo mas de 20 intento de suicidio, estaré seis meses desconectada del mundo. Quiero desearte todo lo mejor y decirte que eres una persona extraordinaria. Un abrazo.

caliope dijo...

Bettina quería decirte que el día que te conocí me caíste super bien y que pronto voy a ir a zaragoza que pena que no tenga tu movil para quedar a tomar un café porque me encantaría. Como está tu pequeño? Espero que muy bien. Te mando un saco enorme lleno de besos cielo.

RAIKO dijo...

Querida Calíope, claro que te recuerdo, porque te he leído y no suelo olvidar nunca a nadie a quien leo... he dudado un poco sobre publicar tu comentario, porque me parecía demasiado íntimo, pero luego he decidido que si tú has tenido el valor para reconocer tu problema y buscarle una solución, no seré yo quien esconda nada. Sabes que para hacer lo que tú has hecho hay que ser muy valiente. Ánimo, aprovechas estos seis meses y sé feliz, lo vas a conseguir. Lo sé, lo vas a conseguir. Haré llegar tus noticias a Bettina, Un gran abrazo.

BETTINA dijo...

Un abrazo Calíope, espero que todo salga bien.

fiorella dijo...

Un escritor increíble. Me quedo con eso, me surgen sentimientos encontrados respecto a Vargas Llosa en su faceta como político. Hay que leerlo y disfrutarlo.Un beso

RAIKO dijo...

Exacto, leerlo, disfrutarlo, eschucharlo cuando habla de literatura y quitar la tele, la radio o cerrar el periódico cuando habla de política, porque un escritor es un escritor y no un político. Y aquí hay un refrán, no sé si lo usáis en ese lado del charco, que dice: zapatero a tus zapatos... pues eso. Un beso.

diminuto blog dijo...

He crecido, literal y literariamente, con don Mario, y estoy seguro que algún discreto poso de sus puños y de sus letras se me engancho en mis vestiduras; como seguro también estoy de que nunca lo sabría aprovechar.

Me alegra esta entrada (sonrío) porque está desprovista de tópicos prejuiciosos que tienden a machacar a su persona; tópicos nacidos, probablemente, entre las envidias de los más envidiosos.

Y por destacar algo de mi gusto por su hacer -se me ocurre ahora- es que no siempre me gustaron sus oficios, pero siempre los tuve por respetables. A sus oficios y a su persona, por sincera, que no es poco.

RAIKO dijo...

Hombre, a mí de Don Mario me interesa su faceta literaria, de escritor y de crítico. Lo que haga después que lo juzguen otros, yo soy escritor y crítico literario, filólogo, en definitiva y no llego hasta más allá, entre otras cosas, por la poderosísima razón de que no me da la gana porque considero que no me incumbe. Si otros tienen valor y preparación profesionales y morales para juzgarlo en otro ámbito, pues allá cada uno, pero que cada palo aguante su vela. Ahora, la razón te la doy en que respetable en cuanto a que es es un tipo de lo más sincero que se puede uno encontrar; hará las cosas bien o mal, pero siempre desde la sinceridad y el convencimiento, que ya es bastante... Un abrazo.