DE MALNACIDOS O DE CÓMO APADRINAR A UN NIÑO EXTREMEÑO

"Somos los hijos del gran Pizarro,/los hijos somos de Hernán Cortés;/y en nuestro pecho, noble y bizarro,/un alma late que fuego es." (Sin ninguna pretensión de ofender a los hermanos latinoamericanos...)

Supongo que todos habréis escuchado la noticia que salió hace unos días sobre ese genio de la creatividad, la estética y la ironía llamado Lluís Suñé, que, en un alarde de no sé bien qué, le dio por organizar una campaña a favor de apadrinar niños extremeños, por un quíteme allá esas balanzas fiscales.

Yo ya estaba intentando no montar en cólera, porque total, para qué... es un tonto a las tres, no me voy a molestar siquiera en dar la dirección de su blog porque, primero, él, que no sé muy bien qué pretendía al publicar tal imagen, sospecho que llamar la atención, no muy bien empezaron las presiones mediáticas, borró la entrada. De eso me he enterado hoy, al ir a ver la obra, para documentarme y poder soltar agusto todo lo que voy a soltar y, para más inri me encuentro con una entrada pidiendo disculpas al pueblo extremeño... me hierve la sangre. Por cierto, no tiene mejor idea, el gachó, que ponerle otro título al blog que el de "articles-i-refexions", pues don Lluís (por cierto, si se pasa por aquí, tenga la deferencia de saludar, aunque sea en catalán, que yo no censuro a nadie por la lengua que habla, lo digo porque yo sí tengo comentarios habilitados, para que cualquiera que se pueda sentir aludido por algo que yo escriba, pueda, al menos, decirlo, no como usted) haga honor al título de su blog y reflexione un poco, que no viene mal antes de ponerse a publicar chorraditas.

Eso le ahorraría tener que escribir a posteriori ciertas entradas disculpándose, porque si bien es cierto que rectificar es de sabios, pues más lo es no cagarla ya de entrada, sobre todo cuando se ve venir, como esta. Que no me valen excusas, que si usted cree que el tema de las balanzas fiscales es injusto, allá usted con sus ideas, pero vaya, que de ahí a montarse una mamarrachada rollito ONG, basándose en la ironía... pues va un abismo. Usted demuestra así, de un sólo plumazo que no sabe ni lo que es la ironía, ni lo que es una ONG, ni lo que es apadrinar un niño, ni lo que es la realidad concreta de Extremadura (o el pueblo extremeño, como dice usted usando esas estúpidas etiquetas que sus correligionarios emplean hasta la saciedad) ni lo que es la realidad del mundo en general y, en particular del tercer mundo.

Vamos, que yo me hubiera ahorrado una parrafada llamándole directamente ignorante en lugar de decirle todo esto, pero es que yo sí que utilizo la ironía; aprenda usted, que no tiene ni puta idea, hablando fino, de lo que es esto. Mire, básicamente, para que lo entienda, es una manera de insultar sin insultar y usted ha disparado a bocajarro, la ironía requiere altas dosis de sutileza y usted de eso carece, a las pruebas me remito: tiene usted la sutileza donde las abejas el aguijón.

En fin, yo, extremeño como soy, tengo apadrinada una niña, preciosa, por cierto, llamada Roxana, de Perú. A ella sí que estoy orgulloso de apadrinarla, es un esfuerzo mínimo, poco más de veinte euros al mes, y a cambio, se consiguen grandes cosas. Por cierto, mi ONG creo recordar que está muy vinculada a Cataluña, pero no me haga mucho caso, no lo recuerdo cien por cien, porque uno cuando se pone a hacer cosas altruistas, en lo que que menos se fija es en dónde tiene sede social la intermediaria. En fin, que mi niña sí necesita ser apadrinada y yo lo hago con pleno convencimiento y, además, invito a todo el mundo a que lo haga... a todos menos a usted, claro, que ya ha resarcido su parte de altruismo apadrinándome a mí y a mis paisanos (o a mis comiembros del pueblo extremeño). Insulta usted así, ligeramente, a una noble acción, como el apadrinamiento, haciendo uso de ella para la rechifla. Mentecato.

Y esto por no decir que también es un inculto, porque si nos ponemos a mentar las balanzas fiscales, también habría que hacer un ejercicio de memoria histórica (que ya sé que esto a los políticos os pone cachondones) y estudiar un poco los movimientos migratorios del siglo XX. Igual este tema le parece ridículo y cansino, como otros que menciona usted en su blog; pero sí es muy revelador para comprender cómo se industrializó Cataluña y cómo ha llegado a ser lo que es hoy, gracias a la mano de obra de gente que llegó de fuera, algunos, varios, muchos, extremeños, por cierto. ¿Qué hubiera sido de su industrialización sin la mano de obra inmigrante?

Y, finalmente, habida cuenta de su grado de catetismo mental, pues qué quiere que le diga, dudo ya si es que sabe por dónde cae esto que llaman Extremadura. Lo que no dudo, sino que afirmo categóricamente, es que no tiene ni repajolera idea (por no repetir lo de puta idea) de la realidad social extremeña. Mire, para que se entere usted, es cierto que existe la Extremadura profunda, rural, agrícola... pero ya nos llegó el tractor hace tiempo, no vaya a darle idea de organizar otra ONG para dotarnos de herramientas agrícolas, que ya le conozco. Esta Extremadura rural tiene marcos incomparables, paraísos que ni usted en sus sueños más húmedos hubiera podido imaginar. Pero también existe la Extremadura urbana, la moderna, la de la Sociedad de la Imaginación, la de una cama por habitación en los nuevos hospitales, la pionera en dotar con un ordenador a cada alumno de primaria, la que es centro de referencia en cirugía de mínima invasión y cuenta con una facultad de veterinaria de las más prestigiosas de España. Por cierto, ya que estamos os invito a todos a conocer mi tierra, que, a pesar de lo que diga esta mente privilegiada, merece la pena, sobre todo ahora, en Mérida hay un gran festival de teatro clásico y en general en verano se puede ir a un montón de sitios geniales. Bueno, a todos menos a usted, señor Suñé, que igual se sorprende y no puede resistir tantas emociones y cae fulminado (Dios no lo quiera) por un ataque de síndrome de Stendhal. Yo, por mi parte, como no tengo nada contra nada ni contra nadie, pues me permito el lujo de moverme a mis anchas y sin prejuicios por todo lugar de España y del Mundo, Cataluña incluida.

En fin, que ya estaba yo autoconvenciéndome para pasar olímpicamente de Don Lluis y su filantropía, cuando esta mañana escucho en la radio a otro iluminado. Joan Puig, en su blog, nos viene a decir básicamente malnacidos. Espérense que contextualice. De todas formas, también paso olímpicamente de dar el blog de este personaje, porque no me parece lo más mínimante interesante y porque es tan fácil como introducir en google "blog Joan Puig". Pero vamos, que me niego a hacer publicidad de su blog en el mío, aunque si se pone y me hace publicidad del mío en el suyo, no se preocupe, señor Puig, que algún apañino haremos; le hago, no obstante, extensiva también la invitación a saludar, qué mal llevan ustedes lo de los comentarios, digo...

Si aquel era un tonto a las tres, este es algo peor, es un tonto reincidente, porque no sólo no se ha dignado a quitar la entrada en cuestión, que encima proviene de un pleito que no es ni suyo (abogados de causas perdidas los hay y los hubo...), sino que, además, se regocija de de una pseudovictoria porque el alcalde de Mérida ha pedido perdón por unas declaraciones. No, si cuando uno quiere entender lo que quiere entender, para qué darle textos.

Por explicarlo de una manera fácil, este señor dice que los extremeños somos unos malnacidos basándose en que es de bien nacidos ser agradecidos, que es precisamente el sentimiento que deberíamos profesar a Cataluña por habernos hecho llegar a un estado de bienestar que supera el suyo... Pues sí, pues como le decía a don Lluís, permítame, don Joan, decirle, que si bien es cierto que actualmente Extremadura está comunicada decentemente de Norte a Sur por Autovía, a falta de terminar las obras y, si bien es cierto que está proyectado un aeropuerto y una línea de AVE que nos facilitará mucho la vida a los malnacidos, pues que sí, que tiene usted razón y yo que me alegro, que ya no tardo más de una hora en llegar de Plasencia a Cáceres, o de Cáceres a Badajoz o de Badajoz a Mérida. Pero esta realidad extremeña es de tres años para acá, a lo sumo, cuando ustedes estaban hartos de circular por autopistas... ¿o es que ustedes por ser más catalanes o más o menos españoles tienen derecho a viajar más comodamente y más rápidamente y a reducir su siniestralidad en carreteras que yo por ser más extremeño o más o menos español? Si lo piensa, me lo explica, pero ya le adelanto que no llegaré a entenderlo, por suerte.

En fin, que yo le agradezco sus dineros, señor Puig, los que me puede dar ahora, porque mis paisanos se fueron a trabajar sus fábricas. Aunque pensándolo bien, casi que me guardo el agradecimiento hasta que me agradezca usted este punto, que prefiero ser un malnacido a un vendido. Y le hago extensiva la no invitación del Señor Suñé a visitarnos, que luego todo se pega y lo mismo se vuelve un malnacido desagradecido y pedigüeño. Aunque le advierto a usted que insultar basándose en tópicos es lo más fácil del mundo y por eso para mí sería muy simple decirles que igual ustedes son tan ricos porque todo el mundo sabe que los catalanes tienen fama de no ser muy ligeros de bolsillos, que la pela es la pela... Y, sin embargo, no lo voy a hacer, porque usar estos tópicos me parece anacrónico, irreal y, sobre todo, injusto, por lo que tiene de generalización, además de que a mí, personalmente, no me invade ningún tipo de odio atávico personal en contra de lo catalán y de los catalanes, como podrá comprobar más abajo, si es que llega a leer el final de la entrada.

Por lo demás, no hay nada nuevo bajo el sol, está visto que estos adalides de la libertad, llega siempre un punto en el que pierden el norte y se vuelven más inquisitorios que la Santa Inquisición. Porque si leéis cualquiera de ambos blogs, claman y pugnan a manos llenas y bocas abiertas, rozando en el desencaje mandibular, por la libertad y en contra de la manipulación de los medios de comunicación. Pero no se dan cuenta de que su libertad termina cuando empieza la mía y que sus argumentos pueden sostenerse hasta el momento en el que me llaman malnacido o promueven campañas más panfletarias que jocosas en contra de mi cultura, que también lo es, tanto respeto que piden ellos por la suya. Lo que más me consuela es sus ansias independentistas y su oposición a considerarse españoles, porque no me gustaría compartir con ellos absolutamente nada, aunque sea algo tan fútil como una nacionalidad.

A riesgo de ser pesado, lo soy, lo reconozco, quiero terminar con una anécdota. Hace un par de semanas más o menos, recuerdo una conversación en la terraza de un bar donde yo vivo, en Extremadura, en la que salió la típica conversación de el catalán y qué pasa cuando eres un no catalanohablante que viaja a Cataluña. Después de oír cosas tan peregrinas como que no hay por qué saber catalán para residir en Cataluña, que nadie está obligado y (acá híceme cruces) que la diferencia entre el español y el catalán es que la primera es una lengua oficial mientras que lo segundo es un dialecto oficial... pues no tuve más remedio que saltar, porque no hay cosa que peor me ponga que alguien se exprese desde la ignorancia y sin argumentos.

Primero expuse que el catalán es tan lengua como el español, que además de que ser dialecto no es malo, porque toda lengua en un periodo determinado lo ha sido y el término dialecto no tiene ninguna carga peyorativa, el catalán es tan lengua como el español, o tan dialecto del latín como este, en todo caso. Y que, aparte de que hablar de dialecto oficial es un tanto incongruente, porque ser oficial ya supone ciertas características propias de una lengua más que de un dialecto, según nuestra constitución el catalán es tan oficial (cooficial con el español) en sus territorios como el español en cualquiera de sus variedades, coño. Y que, por lo tanto, si lo que vas es a pasar una semanita de vacaciones en la Costa Brava, igual es excesivo hacerte un cursillo de catalán, pero que ya sabes a lo que te atienes, a pesar de que el típico personaje que se niega a usar el castellano, siempre que sea castellanohablante, si ve que tú no eres catalanohablante, existe, es una minoría tan minoritaria que no merece la pena ser tenida en cuenta. Otra cosa es que te vayas a vivir a Cataluña, donde como ya hemos dicho existe una lengua oficial, el catalán, que se usa y que es elemento imprescindible para integrarte en ella, con lo cual, debes hacer un esfuerzo para aprenderla y manejarla, si llega el caso. En último término, cada uno es libre de aprenderlo o no, pero si vas a vivir y convivir en una sociedad bilingüe y renuncias al uso de una de las dos lenguas, nunca estarás plenamente integrado y pueden presentarse ciertas situaciones en el ámbito social, legal o administrativo a las que no estarás capacitado para enfrentarte y, además, no tendrás la razón, porque el derecho no te ampara, con lo cual, te habrás provocado un problema.

Es una pena que personajillos como estos, se carguen de un plumazo mis esfuerzos integradores de terraza de bar... se quitan las ganas de defender estos argumentos. Pero yo no lo voy a hacer, al contrario, seguiré defendiéndolos, más si cabe, porque parten de mis dos pilares básicos, en los que apoyo mi vida: mi plena convicción en mis valores e ideales (forjados a base de años y otras cosas, para que estos dos vayan a echarlos por tierra con sus afanes político-poéticos) y la lógica y el razonamientos como únicos métodos de argumentación válidos.