miércoles, diciembre 13, 2006

CÁCERES II: GUIÑOS DEL DESTINO

"Quisiera verte y no verte,/quisiera hablarte y no hablarte;/quisiera encontrarte a solas/y no quisiera encontrarte."

En la Plaza Mayor recorremos los puestos que nos ofrecen artículos tan diversos y variopintos como souvenirs de Tierra Santa o Egipto, artesanía sudamericana, libros de viejo o turrones variados...
Cuando doy por finalizada la visita a los puestos y me dispongo a elegir un bar para tomar un café caliente, mi compañera cae en la cuenta de que nos estamos quedando una hilera de puestos sin revisar. Así pues, comenzamos las visitas que se resumen en una leve ojeda a cada chiringuito.
Hasta que llama mi atención uno en el que cuelga un cartel que dice: "ponemos tu nombre al muñeco". Cuando conseguimos acercarnos, observamos que se trata de muñequitos y muñequitas de trapo y lana, que dan toda la impresión de haber sido hechos a mano, a los que se les ha pintado con brillantina un nombre en el pecho.
De repente, me topo de buces con dos de ellos que están culgados en una barra por un hilo a la altura de mi cabeza. Los muñecos, uno moreno y uno rubio, se miran, parecen enfrentados. Un golpe de viento certero los gira hacia mí y puedo leer los nombre escritos en sus pechos: Alberto y Jose.
Yo me quedo parado, con cara de sorpresa; ellos se quedan mirándome, colgados, con sus inexpresivos ojos de lana. Me da la sensación de que algo o alguien me insta a que tome ya una decisión...

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

La autovía a las cinco menos cuarto de la madrugada permanece desierta. No he encontrado un alma en los cuarenta minutos que llevo ya de camino antes de desviarme para dejar a mi acompañante en su pueblo. Aún así, tomo las debidas precauciones al incorporarme a la vía para continuar el recorrido que en un prudencial cuarto de hora me pondrá en mi cama.
La radio me acompaña ahora que he dejado a mi amiga en su casa y la calefacción está moderadamente alta para que no atraiga al sueño. Unas luces en sentido contrario me invitan a poner las cortas. Se agradece un poco de compañía, aunque sea tan efímera como un cruce de vehículos a velocidad de autovía, para romper la monotonía del camino.
Pero otras luces, anaranjadas y parpadeantes, que salen del vehículo, llaman mi atención. En un principio pienso que se trata de una ambulancia, pero, a medida que nos acercamos, las grndes dimensiones que va tomando el vehículo me hacen desistir de esta idea.
Resulta ser un autobús y, en el cartel de letras anaranjadas parpadeantes, puedo leer: "Línea Ferrol-Algeciras". Miro la hora y todo me cuadra. En poco menos de una hora, ese autobús llegará a la estación de Cáceres.
En otros tiempos, cuando la autovía ni siquiera existía, yo mismo había ocupado una plaza en ese vehículo de regreso de mis escapadas amorosas a Vigo.
Parece que el destino está caprichoso y se empeña en que me cruce con mi pasado en medio de una autovía desierta a altas horas de la madrugada...

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

Termina el ansiado puente, sin más pena que gloria. Me levanto extenuado tras una larga noche esquivando a Alberto y quedo con Jose para tomar algo. Luego, de vuelta en casa, me quedo dormido en el sillón, poco a poco, mientras una joven canta "Lela", uno de los primeros textos a los que enfrenté en gallego.
A partir del Lunes, vuelta a la realidad y al presente.

10 comentarios:

Joselyn dijo...

Esto es muy interesante.

RAIKO dijo...

Lo bueno o lo malo, es que es una historia real. Un saludo.

Anónimo dijo...

Antonio, José; José antonio: caprichos de la vida como este de los muñecos, como lo del autocar, recuerdos reales, palpables. Inútil escapar de estas "Coincidencias"??

RAIKO dijo...

Querida Bettina, tú lo has dicho. ¿Quién escapa de estas bromas del destino? La verdad es que ha sido un puente un tanto "mágico". Un abrazo.

Anónimo dijo...

¿Con quién sueñas en las noches, y porque no decir, también de día?
¿Por quién se agita ese corazón desorientado entre la bruma de dos amantes?
Escucha, Raiko y escúchate, tal vez no sea tan complicado si te esfuerzas por escuchar tu voz interior...
Pueden ser dos, pero siempre hay uno que rompe con todo: el corazón se agita y quieres tenerlo cerca, tocarlo, besarlo, pensarlo, disfrutarlo hasta el más mínimo detalle...y hasta el último de sus rincones...
Ay la vida! Que te pone en aprietos eh?...

¿En quién estás pensando ahora?...
Suerte...

RAIKO dijo...

Derain, a medida que me voy haciendo mayor me van pasando dos cosas: aprendo a amar sin amargura, porque el amor amargo deja de ser divertido y no merece la pena, y me doy cuenta de que, como decía Pascal, "el corazón tiene razones que la razón no entiende", así que no puedo ir contra un sentimiento usando de alma mi cabeza.
Mi solución es muy fácil y está en mi mano, uno me quiere y otro no. El problema es que yo quiero al queno me quiere y por más que lo intento no consigo querer al que me quiere. Pero bueno, el tiempo pondrá las cosas en su sitio... o no. Lo importante de ser consciente de todo es que al menos te ahorras el sufrimiento. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Veo que es más complicado de lo que imaginé...
Espero llegues a buen fin amigo. También he pasado por esas penurias y vaya que se está intranquilo mientras no se "desata el nudo". Lo bueno es que pasa, se desata y te liberas. Mientras, ojalá que disfrutes de la compañía de quien te quiere...Un besito y un abrazo a la distancia

RAIKO dijo...

Derain, muchas gracias por tus ánimos y por tus mimos. Se agradecen. Un gran abrazo para ti.

Anónimo dijo...

Cuando pocas cosas quedan en tu vida, te aferras a lo primero que encuentras y en mi caso es la música. Tengo que hacer mención y no por menos a una canción de la Oreja de Van Ghog se se titula "cuantos cuentos cuento",donde explica muy bien esas situaciones. Pero hay que saber seguir adelante. Olvidar es imposible, pero aprender a vivir si ese trocito de alma que te falta, si es posible. Seguir el camino, tropezarnos millones de veces con las piedras que saltan a nuestro encuentro, intertar esquivarlas si es posible y si no, aprender de lo acontecido, porque "golpe a golpe aprendo a callar, que por la boca enredo las cosas y si no me zurran no me espabilo"

RAIKO dijo...

Joal, bienvenido, en primer lugar, este rincón es tu rincón. En segundo lugar, no hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resista, con que en nada estarás otra vez con ganas de estar ahí, dando guerra. No te aferres al pasado, llóralo, olvídalo y reconcíliate con él. Es duro y lleva tiempo, pero se termina logrando. Un abrazo.