martes, octubre 13, 2009

DÍA DE LA HISPANIDAD

"[...]llegados en tierra vieron árboles muy verdes, y aguas muchas y frutas de diversas maneras. El Almirante llamó a los dos capitanes y a los demás que saltaron en tierra, y a Rodrigo de Escobedo, escribano de toda la armada, y a Rodrigo Sánchez de Segovia, y dijo que le diesen por fe y testimonio como él por ante todos tomaba, como de hecho tomó, posesión de la dicha Isla por el Rey y por la Reina sus señores, haciendo las protestaciones que se requerían, como más largo se contiene en los testimonios que allí se hicieron por escrito. Luego se juntó allí mucha gente de la Isla."

Tal día como hoy, hace 517 años tres naves tocaron tierra al otro lado del Atlántico, marcando un hito histórico que marca el paso oficial, por así decirlo de la Edad Media a la Moderna. Desde entonces, la historia de la Humanidad, de los pueblos, cambió de manera radical frente a la nueva realidad que se presentaba. De nada valen hoy excusas, reproches, disculpas... hubo errores y hubo aciertos, pero tanto unos como otros somos lo que somos gracias y a pesar de los otros.

Felicidades a todos nosotros los de este lado del charco, aprovechemos para mirar allí a nuestro otro lado donde quedan nuestros hermanos de lengua, nuestros hermanos de historia, nuestros hermanos de raza que un día nos acogieron cuando tuvimos que huir, haciendo de la suya nuestra casa. Superemos ciertos traumas de la civilización deshumanizada que nos rodea en la que las razones económicas, las fronteras geográficas y los códigos civiles y penales están por encima del ser humano.

Felicidades hermanos mexicanos, portorriqueños, dominicanos, cubanos, guatemaltecos, salvadoreños, hondureños, costarricenses, nicaragüenses, panameños, colombianos, ecuatorianos, venezolanos, bolivianos, peruanos, chilenos, uruguayos, paraguayos y argentinos, porque sin vosotros esta fiesta no tendría ningún sentido. Recibid un abrazo fraterno de este lado del océano, hagamos que este sirva más para unir y no tanto para separar. Sed fuertes, demostradnos que sabéis ser como siempre quisisteis desde que nos soltamos de la mano: grandes, fuertes, libres, demócratas... No dejéis que vosotros mismos os convirtáis en vuestro peor enemigo y levantad la cabeza, las cabezas para gritar sin complejo alguno.

Felicidades, finalmente, a ese hispanismo menos oficial, al hispanismo norteamericano, africano, filipino... no renunciéis a vuestro presente y manteneos fieles a vuestras raíces, porque esta es la única manera de que un árbol crezca fuerte.

Mañana volveremos a ser como siempre, a ser nosotros mismos, lo cual no es en absoluto malo. Pero está bien que una vez al año podamos recordar que nos une algo muy grande, que va más allá de lo que nos unió o nos separó, porque nuestra grandeza, la de cada uno de nuestros pueblos, radica tanto en lo que nos singulariza a cada uno de nosotros como en lo que tuvimos y tenemos en común.

2 comentarios:

Hugo Denis dijo...

Un escrito sensacional, certero y oportuno.

Un abrazo,
Hugo Denis.

RAIKO dijo...

Ya sabes que aprovecho la mínima para hacer profesión de fe de cosas en las que realmente creo jeje. Qué gustazo que te dejes caer por estos lares de vez en cuando. Un abrazo.