viernes, octubre 27, 2006

TODOS LOS NOMBRES

"Paréceme a mí que es igual a los dioses/el mortal que se sienta frente a tí,/y desde tan cerca te oye hablar dulcemente y sonreír/de esa manera tan encantadora."

Por lo general, cada persona que pasa por tu vida deja una huella en tu alma y, no pocas veces, un hueco en tu corazón. Yo guardo especialmente recuerdos gratos de cada uno de los hombres a los que de una manera u otra he amado.
Raúl fue el debut más sobresaliente que jamás hubiera podido soñar. Apareció, sin más pena ni gloria, un día cualquiera, no recuerdo la fecha. Me cautivó con su acento cubano y su cuerpo de efebo tropical y, tal como vino, se fue. Alguna vez nos hemos cruzado por la calle y estoy seguro que ni siquiera recuerda mi nombre. Ni siquiera estoy seguro, por otra parte, de que se llame Raúl; pero uno no puede olvidar el olor suave de un cuerpo en tensión cuando deja de ser virgen a los diecisiete.
Ismael, más que otra cosa, ha sido una entelequia. No sé si en mi vida tuvo alguna vez un puesto relevante y, en cierta manera, dudo que yo lo tuviera en la suya. En sus ausencias nunca lo eché de menos y, sin embargo, cuando estaba delante de mí, con una sola mirada, me podía. Si algo le debo, es, quizá, que fue el primero que logró ilusionarme, quién me planteó pensamientos algo más profundos, que iban más allá de perderme en su cuerpo noches enteras. Y creo que la deuda es mutua, pero con él nada era fácil y dejó de ser y se fue... El rostro de Ismael me viene a la mente siempre difuminado.
Borja supo hacerme reír tanto como llorar. El amor lo aprendimos juntos, yo se lo iba mostrando y él me seguía. Juntos llegamos a sentir cosas que ni siquiera habíamos sospechado que existían. Amor, pasión, añoranza, celos, más pasión, deseo, gratitud, tristeza y una pasión aún más descontrolada... Me abrió las puertas a una tierra y a una cultura mágicas de las que ya no puedo prescindir y, cuando todo terminó, me dejó tan vacío como sólo él y nadie más puede o pudo llegar a comprender. Me apunto el mérito de haberle descubierto en profundidad, de haber llegado a su fondo, de haber descubierto el ser formidable que se esconde en él, tras la coraza que muestra y que casi nadie es capaz de flanquear. Sé que a Borja, de alguna manera, lo amaré siempre, por más que pasen cosas, al igual que mi recuerdo permanecerá imborrable en él. Pero nunca lo admitirá, porque siempre ha sido una especie de estatua de mármol griega, de esas que cuando las miras sospechas que esconden muchos sentimientos, pero que se muestran hieráticas e impertérritas por los siglos de los siglos, a pesar de los golpes del destino.
Alberto no tiene ni más ni menos importancia que la de haber sido mi última historia. Me ha hecho ilusionarme de nuevo, cosa que hacía tiempo que no pasaba, y se esfumado de un día para otro, en una especie de compás de espera que va tomando visos de ser eterno o, dejando el hipérbaton a un lado, al menos, definitivo. Ni sé si me está esperando, ni sé siquiera si yo estoy esperando por él. Lo único cierto es que es una suerte de historia inconclusa que antes o depués ha de tener un desenlace; mientras, mis emociones al respecto van evolucionando en formas pendulares. Pero sospecho que... Alea Jacta Est.
Naturalemente que ni están todos los que son, ni son todos los que están. Lo uno, porque existen ciertas personas que han pasado de forma tan somera que sus huellas se han ido borrando y no tienen la suficiente importancia para estar escritos en tinta de sangre, como esos que quedan arriba. Lo otro porque estos están depurados por el tamiz del amor, el desamor, los recuerdos y los años; y, como suele decirse, cualquier parecido con la realidad, a estas alturas, puede resultar una mera coincidencia.
No sé bien a qué vienen estas líneas, quizá es una mera excusa para tomarle prestado el título a Saramago...

24 comentarios:

Artic dijo...

Las huellas en el alma siempre perduran. Ellos ya han pasado, y los que quedan por venir y aún no conocemos...

Saludos.

RAIKO dijo...

Eso es, compañero, y el gustazo que da mirar al pasado, sentirte orgulloso de él y que no duela nada de nada...
Un saludo.

X dijo...

Que sorte cando non doe nada de nada.
Un saúdo.

oko dijo...

é difícil escribir sobre uns sabendo que quedan outros atrás. de todos xeitos, é unha homenaxe bonita. por certo, algún deles é galego?

Vade Retro dijo...

Raiko a pesar de no ser un texto extenso me ha costado digerirlo, básicamente porque soy muy empática con la forma en la escribes y logro intuir lo que hay detrás de cada signo.
Te dejo un abrazo inmenso.

RAIKO dijo...

Muchas gracias a todos, como siempre por vuestras visitas y una afectuosa bienvenida a los nuevos.
Claro x, una gran suerte, las heridas, poco a poco, terminan cicatrizando, pero siempre queda esa señal que nos recuerda que un día estuvieron ahí.
Oko, todos me han hecho tal como soy, así que por lo menos les debo esto. Sí, hay un galeguiño, Borja, que me regaló casi dos años de felicidad (intercalada, como decía Antonio Flores).
Natalia, si te he hecho disfrutar mínimamente durante esos veinte minutos como yo lo he hecho con tu blog, me doy por satisfecho.
Vade, amiga, este texto es intenso porque(sospecho que al igual que a ti), me gusta vivir y sentir intensamente. Me acurruco cinco minutillos en tu abrazo y te devuelvo otro de similar calidez.
Un saludo a todos.

Mrs.Doyle dijo...

Me fascina esa forma de escribir sobre los propios sentimientos de tal modo que parezcan de otros.
Tiene razón X, parece que nada duele y que has sabido sacar la lectura positiva...

Ojalá yo pudiera hacer lo mismo.

RAIKO dijo...

Primero, gracias por la visita, Mrs. Doyle, eres muy bienvenida a este rincón, lo sabes. Creo que la mejor forma de acabar con los fantasmas del pasado es encararse con ellos, y para hacerlo ayuda mucho la perspectiva que da el tiempo.
En cuanto este hablar sin que duela, no creas, mis buenas horas de autopsicoanálisis me ha costado, pero llegó un momento en el que decidí que soy demasiado joven para arrastrar tanto lastre y lo relativicé.
Las heridas siempre curan o, por lo menos, tienden a doler menos, un saludo.

Moralla dijo...

Ola Raiko!! grazas poo teu comentario en MORALLA! Benvido! non te coñecía! teñen razón as túas palabras! os muros son a tradución do noso medo e da nosa covardía. Un beso dende Galiza!!
;-)

RAIKO dijo...

Gracias, bienvenida tú también a mi espacio, estás en tu casa.
Y los besos desde Galicia, me saben tan ricos...
Un abrazo.

Vade Retro dijo...

Raiko...Me encantaría una charla con un café de por medio...si no bebes café te dejo beber otra cosa ;-)

RAIKO dijo...

¿Bromeas? ¡Soy adicto a la cafeína! Creo que es el único vicio que todavía conservo... Hoy, aprovechando que es mi cumple, te invitaría a un café ;-P

Vade Retro dijo...

RAIKO:
:::F E L I C I D A D E S:::

Anónimo dijo...

Hola,siempre seras bienvenido a mi blog y quiero que no lo olvides!y como digo siempre,todos los recuerdos hermosos hay que guardarlos en una cajita especial dentro del corazòn.............saludos....

RAIKO dijo...

Vade, ¡¡¡GRACIAS!!!
xsiempre,gracias sé que soy muy bienvenido, lo noto, me encuentro agusto en tu blog. Lo mismo digo, pásate por aquí cuando quieras.
Besotes.

pauly dijo...

Hola Raiko, cómo estás?
gracias por tus comentarios en mi blog..
vi que en tus "Previous Posts" habías escrito algo de mi compatriota Isabel Allende, lo encontré buenísimo!!!
te recomiendo un libro de otra chilena (María Luisa Bombal) titulado: La última Niebla, a mí me encantó ojalá puedas leerlo...
bueno me despido, nos leemos...bye!

RAIKO dijo...

Gracias Pauly, por leer mi blog. Sí, y he de decir que a falta de treinta páginas para terminar "Ines del Alma Mía" retiro todo lo que dije. Definitivamente me he reconciliado con la novela a medida que ha ido avanzando. En cuanto la termine escribiré un post al respecto.
Un abrazo transoceánico.

X dijo...

Parabéns no seu aniversario.
Non sabía moi ben que regalarlle, espero que lle guste, fala, entre outras cousas, do paso do tempo.

DESDE LAS NUEVE
Doce y media. Rápido pasó la hora
desde las nueve cuando encendí la lámpara
y me senté aquí. Estaba sin leer,
y sin hablar. Con quién hablar
enteramente solo en esta casa.
La imagen de mi cuerpo joven,
desde las nueve cuando encendí la lámpara,
vino y me encontró y me recordó
cerradas piezas perfumadas,
y pasado placer -¡qué atrevido placer!
Y también me trajo ante los ojos,
calles que ahora se volvieron inconocibles,
locales llenos de movimiento que se acabaron,
y teatros y cafés que alguna vez existieron.
La imagen de mi cuerpo joven
vino y me trajo también las cosas tristes:
duelos de la familia, separaciones,
sentimientos de los míos, sentimientos
tan poco apreciados de los muertos.
Doce y media. Cómo ha pasado la hora.
Doce y media. Cómo han pasado los años.
K. KAVAFIS

RAIKO dijo...

Muchas gracias, por su regalo, amiga, no hay mejor regalo que un poema, sobre todo para un filólogo.
Me encanta Kavafis, y este es un gran poema.
Muchas gracias, saludos.

fisiologus dijo...

felicidades

RAIKO dijo...

Muchas gracias, compañero.
Un saludo.

Cromatica dijo...

En la vida algunos vienen y otros van, unos mas que otros y otros pasan a nuestro lado y ni siquiera nos detuvimos a ver...pero de todo esto lo lindo es que todos de alguna manera han pertenecido a tu vida...han construido nuestra vida!

Yo de vez en cuando hago un repaso reflexivo como el tuyo y es alli donde me digo, vale la pena vivir aunque a veces no me lo parezca...

Saludos Raiko...aun celebras ese dia maravilloso de tu vida?

Anónimo dijo...

Pasé pot tu blog...y me quedé pensando
Saludos desde Miami

RAIKO dijo...

Cromática, claro que sí, si algo nos pertenece es nuestro pasado. Yo aprovecho y una vez al año, generalmente coincidiendo con mis cumpleaños, suelo hacer una retrospectiva y este año ha tocado esto... Mi cumpleaños fue ayer, día 29, gracias.
Soleil, eres muy bienvenida, muchas gracias por tu visita. Espero que los pensamientos que te haya evocado sean positivos. Te debo una visita a tu blog (aunque lo de Miami tampoco estaría mal).
Saludos a las dos